Los mafiosos se presentaron en el restaurante de los Eren y los dispararon sin ningún tipo de compasión.

Ömer, Aybike, Oğulcan, Tolga, Yasmin están en estado crítico y Zehra, desafortunadamente, ha fallecido.

Todos están desolados y Şengül se viene abajo al pensar que sus hijos podrían tener el mismo destino que la pobre Zehra.

Ayla, que tiene miedo de que la tía de los Eren cuente que ella mató a la madre biológica de Berk, va a consolarla mientras Şengül no puede parar de llorar al pensar que algo malo podría ocurrirle a Oğulcan y a Aybike: “Me moriré si les pasa algo”