La acumulación de, al menos 10 kilómetros lineales de documentación provincial y distribuida en diversos organismos y edificios de la capital de la Plana, urge la apertura del nuevo edificio del Archivo Histórico Provincial que está cerrado desde hace un año pese a que las obras terminarán en febrero de 2023.
Según ha podido saber este periódico, el recinto todavía no cuenta con el mobiliario adecuado y, mientras, los documentos se hacinan en la biblioteca de Rafalafena donde se encuentra el actual archivo desde 1968, en el catastro, los juzgados, la Audiencia Provincial o gobierno civil.
¿Este trimestre?
Desde la Subdelegación del Gobierno explicaron al periódico Mediterráneo que el Ministerio de Cultura está equipando el recinto con el mobiliario adecuado y, una vez concluyan estos trabajos, se comunicará a la Conselleria de Cultura para que pueda trasladar los fondos. De esta forma, fuentes oficiales estimaron que el primer proceso finalice «en este trimestre del año», si bien la administración autonómica necesitaría, al menos, un mes más para llevar todos los fondos hasta el nuevo Archivo Histórico Provincial, ubicado en la zona del Raval Universitari. Algunos de ellos tienen una gran importancia como, por ejemplo, un texto del siglo XIII (el más antiguo que se conserva) que hace referencia a una confirmación de términos municipales entre Onda y Borriol.
«Nosotros estamos a la espera de que el Ministerio garantice que esté todo en orden», se limitaron a explicar desde la conselleria que dirige Vicente Barrera, sin dar plazo de apertura de esta dotación que ya se antoja eterna.
Presupuesto
Además, el actual archivo se ha quedado pequeño, principalmente para depósito, y la plantilla solamente contempla a una persona.
Hay que recordar que el nuevo edificio comenzó a construirse por parte del gobierno central en diciembre de 2020 y su presupuesto ha sido de 8,6 millones para la obra, 1,4 para equipamiento y 448.883 para servicios.
Esta nueva instalación con la que ya cuenta la capital de la Plana aunque sin uso alguno se adecua al modelo de archivo del siglo XXI, como un centro público y social de ámbito global y local, activo, impulsor y dinamizador, acorde con los nuevos tiempos de la sociedad digitalizada y en red, capaz de adaptarse a las demandas contemporáneas de información, cultura y ocio de los ciudadanos. Además, también pretende salvaguardar y difundir el patrimonio documental que custodiará y conservará en cuanto abra sus puertas.