«La gran oportunidad que tiene España se llama turismo», ha sentenciado el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, en la inauguración del foro de innovación turística HotusaExplora, que se ha convertido ya en tradicional pistoletazo de salida en la semana de Fitur en sus diez ediciones. «Fitur es el gran escaparate donde ofrecer lo mejor de nosotros mismos, el claro liderazgo de España en turismo». El turismo superó completó el año pasado su recuperación tras el desplome provocado por la pandemia y ha desbordado todos los récords en los registros de medición de impacto económico del sector. Récord de actividad económica (con un PIB sectorial de casi 187.000 millones de euros y un 12,8% de aportación al PIB nacional), récord de gasto turístico (con 108.000 millones de euros), récord de empleo, récord de llegadas de turistas internacionales con más de 84 millones…
Un boom que ha reabierto el debate sobre el impacto social del turismo y sobre la sostenibilidad de los crecimientos de un sector que pueden llegar a tener incidencia en la convivencia y que puede generar externalidades negativas en los destinos (encarecimiento del alquiler y de la vivienda, reconfiguración de la oferta comercial, expulsión de población residente…) por la saturación y la masificación.
Desde el Gobierno se defiende la «fortaleza del modelo turístico español» y la capacidad para seguir «defendiendo las marcas» obtenidas el año pasado, pero se advierte de la necesidad de apostar por fórmulas que acrecienten el impacto económico y los ingresos del turismo, pero sin necesidad de mantener grandes incrementos en la afluencia de turistas en algunos destinos ya saturados.
Apostar por calidad por encima de sacralizar la cantidad
«Hay que apostar por la calidad por encima de sacralizar la cantidad», ha resumido Hereu, defendiendo «más valor añadido que cantidad». El ministro ha subrayado que el año pasado creció mucho más el gasto turístico (+17%) que las llegadas de turistas internacionales (+1%). «Este es el camino que debemos profundizar», ha sentenciado.
El Ministerio de Industria y Turismo defiende también como fórmulas para paliar los efectos de la masificación de algunas zonas y evitar el rechazo social impulsar la desestacionalización de la actividad, ampliando temporadas por y por diversificar los lugares de destino de los turistas, fomentando la España interior frente al ‘sol y playa’. “Debemos evitar la sautración en algunos puntos de España para promover la prosperidad en otros destinos”, ha apuntado Hereu. “Y hay que desestacionalizar, que octubre, noviembre, diciembre, enero y febrero con más contenido”.