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Leche y yogures: consumo en declive

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El cierre de la fábrica de Danone en la localidad barcelonesa de Parets del Vallès es solo una muestra más de la evolución del consumo de lácteos en España, marcado por la caída del consumo y el auge de las marcas ‘blancas’ de los supermercados. El gigante francés ha decidido vender la planta con 157 empleados y concentrar la producción en otros centros productivos que tiene en España.

La estadística refleja que el consumo de leche y de derivados lácteos como el yogur mantiene una tendencia progresiva a la baja. Los últimos datos disponibles de año completo corresponden a 2022. La información oficial del Ministerio de Agricultura que dirige Luis Planas reflejan una bajada del consumo sostenido que marca mínimos en la serie histórica.

El consumo de leche líquida per cápita en los hogares fue un 11,8% inferior respecto a 2013, con unos 65 litros por persona y año frente a los 75,77 de hace una década. En función de la cantidad de materia grasa, el 46% de lo que se consume es leche semidesnatada, el 30% entera y un 25% desnatada.

Los datos de consumo correspondientes a 2023 disponibles solo llegan hasta el mes de agosto. En cualquier caso, el dato del año móvil refleja que la caída en el consumo se mantiene. Desde septiembre de 2022 hasta ese mes, se constata un retroceso de la categoría de leche y derivados lácteos del 4,3%. El valor del mercado se sitúa en positivo (15,8 %) debido al aumento del precio medio del 21,1%.

La leche ha sido, precisamente, uno de los productos que registró subidas de precios el año pasado, hasta ponerse el tetrabrik de un litro por encima de los ochenta céntimos de media en marca de distribuidor. Los productores y ganaderos agradecieron la subida que aplicó la industria, con la que pudieron cubrir algo mejor que antes el fuerte aumento de costes. Aunque ahora continúan con negociaciones vuelven a estar a la baja.

El último informe del MAPA detalla que los hogares dejaron de comprar un 4,4% de leche líquida, especialmente desnatada (8%) y semidesnatada (4,1%), mientras que las compras de leche entera retroceden un 0,9% con respecto al año móvil anterior. Eso sí, todas crecen en valor a doble dígito, consecuencia de un incremento en precio medio del 25,7%.

Por contra, gana fuerza la compra de leche enriquecida (3,9%), especialmente la de vitaminas (31%). Los hogares españoles adquieren menos volumen de leche condensada (9,3%) y crece la demanda de leche en polvo un 4,6%.

En cuanto a los preparados lácteos, se produce una fuerte contracción en las compras del 20%, mientras que los derivados lácteos aguantan mejor la caída, con un retroceso de solo un 3%. Eso sí, la contracción se traslada a todos los segmentos exceptuando al queso (1,9%), que aumenta las compras de cualquiera de sus tipos salvo el fresco (4,9%), queso de cabra (4%) y el emmental+gruyere (4,9%).

Por otra parte, destaca la caída en compras de yogurt con aditivos (12,2%), mantequilla (4,4%), helados y tartas (2,4%), postres con nata (17,3%) y cremas de chocolate (13%), entre otros.

Menos yogures

En relación con el consumo per cápita de leches fermentadas en los hogares, los españoles han reducido a lo largo de los años su ingesta un 20,3% en comparación con 2013, de modo que, actualmente, la cifra de consumo per cápita se sitúa en torno a los 13 kilos por persona y año. Dentro de esta categoría, el 68% corresponde a yogurt, mientras que el 18% leche fermentada con bifidobacterias y un 14% a otras leches fermentadas.

Quienes más consumen esta categoría son las personas jubiladas y los hogares de parejas con hijos de edad media, mientras que el menor consumo tiene lugar en los hogares de jóvenes independientes.

Bebidas vegetales: más mujeres y jóvenes

El patrón descendente en el consumo de leche coincide con el auge de las bebidas vegetales en los lineales de los supermercados. Según el Barómetro del Clima de Confianza del Sector Agroalimentario del primer trimestre de 2023, algo más de la mitad de consumidores (51,9%) manifiesta no haber consumido nunca este tipo de bebidas que algunos consumidores han empezado a usar como sustitutivo de la leche, pese a tener distintas propiedades.

Entre el resto, un 35,1% de los encuestados las consume como mínimo una vez por semana y un 12,9% esporádicamente (1/2 veces al mes o con menos frecuencia). Las mujeres consumen más este tipo de bebidas que los hombres y los más jóvenes (25 a 39 años) son el rango de edad que más las toma.

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