Desde adolescente José Miguel Fernández Barreira estuvo fascinado por la figura del singular Jacinto Toryho.

Este periodista vasco lo descubrió siendo un niño, cuando buscaba un libro para leer entre los que tenían sus libros en casa. En sus manos cayó «Del triunfo a la derrota», donde descubrió la contienda civil y al periodista zamorano.

Años más tarde, Fernández Barreira regresó a las páginas de ese volumen que le cautivó en su infancia y gracias a Internet empezó a indagar sobre Toryho. «Me di cuenta de que había algo muy interesante en este periodista casi desconocido» atestigua Fernández, quien ha publicado el volumen «Años de hierro», una recopilación de artículos sobre los orígenes y desarrollo de la II Guerra Mundial firmados por Jacinto Toryho, quien fuera director de Solidaridad Obrera de Barcelona durante gran parte la Guerra Civil.

Jacinto Toryho Cedida


Jacinto Torío Rodríguez, nació en Villanueva del Campo en 1909, tuvo una peripecia vital e ideológica muy sorprendente. Desde muy joven comenzó a colaborar con la prensa regional castellana, especialmente con los periódicos ligados a los movimientos agrarios de las provincias de Zamora, Palencia, Salamanca y Valladolid; entre otras cabeceras, El Correo de Zamora.

Tras pasar por la Escuela de Periodismo de «El Debate», orientó sus escritos hacia la prensa ligada a los propagandistas católicos, pero ya en 1932 participó en la creación de las Juventudes Libertarias en Madrid.

Esa evolución ideológica le mueve a cambiar su apellido dado que Torío lo identificaba con su pasado. «El cambio de la grafía de su apellido, es una ruptura con su anterior vida», testimonia el investigador. Cuando Toryho abrazó el anarquismo «era un joven muy radicalizado que, poco a poco, fue variando. Pasó de criticar a los intelectuales a defender que era necesario contar con su apoyo» ejemplifica Fernández Barreira.

Etapa en Barcelona

El traslado de Madrid a Barcelona, donde estuvo en la Guerra Civil, le hizo «madurar políticamente» y en la Ciudad Condal «se convirtió en un periodista destacado con cierta influencia en algunos acontecimientos de la política catalana», aporta el estudioso.

En esta época coincidió con León Felipe y con el intelectual anarquista Diego Abad de Santillana, de quien fue «un poco su protegido». El zamorano en 1936 fue nombrado responsable de las oficinas de Información y Propaganda de la CNT-FAI de Barcelona y ese noviembre, director de Solidaridad Obrera.

Exilio

Su implicación política le obligó a exiliarse. Su primer destino correspondió a Francia, donde una persona del Consultado de Cuba le ayudó a tramitar los papeles para trasladarse al país caribeño tanto él como su pareja de entonces Rosa Zimmerman, una judía políglota originaria de Odessa que tras el inicio de la Revolución Rusa en 1917 abandonó ucraniana para asentarse en Barcelona.

En Cuba la pareja permaneció unos meses y con la ayuda de una asociación de emigrantes españoles en Nueva York se mudó a la ciudad norteamericana, donde residió un breve período de tiempo para posteriormente, pasado el verano de 1940, trasladarse a Buenos Aires, donde el zamorano fijó su residencia hasta que falleció en el año 1989.

Jacinto Toryho Cedida


Argentina

En Argentina Jacinto Toryho «fue un periodista relevante, que estuvo en el equipo de La Razón, que era el periódico más vendido en aquella época en América Latina, e incluso fue cercano a algunos presidentes como a Pedro Eugenio Aramburu, sobre que el escribió un libro y decía que eran muy amigos», indica Fernández, quien pudo corroborar esos datos a través de un hijo del mandatario.

Artículos II Guerra Mundial

Para la confección de «Años de hierro» el vasco ha buceado y visitado archivos y hemerotecas de distintos países para recopilar algunos de los artículos que el periodista libertario escribió sobre el origen y desarrollo de la II Guerra Mundial en publicaciones de Cuba, Estados Unidos y Argentina.

«He incluido los artículos que he localizado en cabeceras muy vinculadas al anarquismo en Cuba o en Estados Unidos y por referencias he localizado que escribió para diarios de México y para más de Argentina, pero no tenido acceso a esos textos» lamenta el autor.

libro cedida


El lenguaje que el zamorano emplea es estos textos «es bastante culto; de hecho, él estuvo en el Seminario y luego pasó por la Escuela de Periodismo a la que era muy complejo acceder porque había una escasez plazas y no se admitían las recomendaciones» precisa José Miguel Fernández Barreira.

Estilo periódistico y fama

Toryho «escribió artículos que tuvieron mucho reconocimiento» e incluso el investigador ha localizado publicaciones en el que se le menciona como «una referencia» en su opinión porque «sus crónicas son muy sentidas y muy vividas y apelaba al sentimiento».

Entre sus artículos más significativos, el estudioso cita una serie dedicada al manicomio de Ciempozuelos donde se infiltró para contar las condiciones en las que vivían los residentes, lo que le costó entrar en prisión, ya que «defiende el reportaje como herramienta revolucionaria».

La fama de Toryho hizo que hasta le suplantaran la identidad. «La prensa prevenía de que había un hombre que se hacía pasar por él» comparte Miguel Fernández, que ultima la biografía sobre el sorprendente y muy desconocido periodista terracampino.