Orestes Barbero se ha proclamado vencedor de la Noche de Campeones al lograr el triunfo más importante de toda su trayectoria en Pasapalabra. Se ha impuesto a Luis de Lama en El Rosco y con un final insólito: en una infartante muerte súbita tras haber terminado los dos empatados con 22 aciertos y un fallo. Como premio, se lleva 25.000 euros, que el burgalés, en un gesto tan bonito como generoso, ha querido compartir con su rival.
Orestes y Luis han disputado un duelo inédito. Jamás se habían enfrentado antes en toda la historia del programa. De hecho, el madrileño sólo había tenido un rival hasta ahora: Pablo Díaz. Le ganó en la semifinal y en esta cita, al no tenerle en el atril de al lado, se ha sentido extraño: “Siento que estoy siendo infiel”, ha bromeado.
Por sólo un segundo de diferencia en el tiempo acumulado durante las pruebas, Orestes ha sido el encargado de arrancar El Rosco de la gran final. Lo ha hecho con un turno de seis aciertos, al igual que Luis. Sin embargo, después ha ido marcando distancias, haciendo gala de su famoso primervueltismo. La diferencia máxima en el marcador ha sido de diez letras: 19-9.
Tras terminar la primera ronda con 21 aciertos, ha llegado el inesperado fallo: “jaspe” en lugar de “jade”. Como ha recordado, no es la primera vez que tiene esta confusión entre las dos piedras. Tras este lapsus, ha decidido especular para ver qué hacía su rival.
Luis ha aprovechado para dar alcance a su rival hasta llegar a igualarle en el marcador. Con esas 21 letras en verde, era virtual ganador del duelo. Sin embargo, ha visto ese listón insuficiente. Al arriesgar, ha sufrido un tropiezo que ha vuelto a nivelar la balanza.
Llegaba el momento de ser valiente y el madrileño ha enmendado su error al sacar un as de la manga. Tras sumar la R, con “rodil”, ha decidido plantarse. Toda la presión ha recaído entonces en Orestes, que ha decidido jugársela con “regoldo”. Ese acierto ha hecho que los dos concursantes terminaran El Rosco con un empate y que tuvieran que jugarse el título en una insólita muerte súbita.
Con unas reglas mezcla de Silla Azul con una suerte de penaltis, los dos han tenido que responder a preguntas con la misma letra. Si uno falla y otro acierta en el mismo turno, la victoria queda decidida. Se mascaba la tensión al dar paso a este desenlace incierto, emocionante, digno de una final entre dos de los mejores concursantes de Pasapalabra.
La letra con la que han jugado, ironías del destino, ha sido la R. La muerte súbita ha durado cinco rondas, hasta que Luis ha fallado con “rocalla” cuando la respuesta correcta era “rocadero”. Orestes, en cambio, ha acertado el “rinrán” por el que le ha preguntado el presentador… ¡y se ha proclamado vencedor de la Noche de Campeones!
Es verdad que aún le queda pendiente esa espina de completar El Rosco, pero la gesta que ha hecho en esta final es igual de heroica. El “correcto” de Roberto ha hecho saltar el confeti y hacer vivir al burgalés su momento de gloria en Pasapalabra. Se lleva 25.000 euros, aunque ha sorprendido a Luis con un gesto muy generoso: quiere compartir el premio con él.
Orestes escribe así una nueva página de oro a su historia en Pasapalabra. Poseedor de varios récords, entre ellos el de longevidad, ahora también puede decir que es un campeón de campeones.