¿Estás harto de ir a abrir o cerrar una puerta de tu casa y notar (sobre todo oír) cómo roza contra el suelo, rayándolo o teniendo que hacer fuerza para elevarla y evitarlo? Hay varias razones por las que una puerta comienza a rozar contra el suelo:

  1. Asentamiento de la casa: Con el tiempo, las casas tienden a asentarse debido a cambios en el suelo o fundaciones, lo que puede hacer que los marcos de las puertas se desplacen ligeramente y, en consecuencia, las puertas pueden empezar a rozar el suelo.
  2. Cambios climáticos: Las puertas de madera pueden expandirse y contraerse con los cambios de humedad y temperatura. En climas húmedos o calurosos, la madera puede hincharse y hacer que la puerta roce el suelo.
  3. Desgaste de las bisagras: Con el tiempo y el uso frecuente, las bisagras de una puerta pueden aflojarse o desgastarse, lo que puede hacer que la puerta se hunda un poco y roce el suelo.
  4. Instalación incorrecta: Si la puerta o el marco de la puerta se instalaron incorrectamente, podría haber problemas con cómo se cierra la puerta, incluyendo el roce con el suelo.
  5. Desgaste de la puerta: En algunos casos, especialmente con puertas muy antiguas, la puerta misma puede haberse deformado con el tiempo, lo que hace que roce el suelo.

Estos son solo algunos ejemplos y hay otras posibles causas. La solución exacta dependerá del origen del problema.

Trucos para evitar que la puerta roce con el suelo

Trucos para evitar el roce de la puerta con el suelo INFORMACIÓN


Para evitar que una puerta roce con el suelo, tienes varias opciones dependiendo de la gravedad del problema y de las habilidades de bricolaje que tengas. Aquí tienes algunos pasos que podrías seguir:

  1. Ajustar las bisagras: Si la puerta está rozando ligeramente con el suelo, es posible que las bisagras estén un poco sueltas. Intenta apretar los tornillos de las bisagras con un destornillador. Si los tornillos están desgastados, podrías considerar reemplazarlos.
  2. Usar lija: Si el roce no es muy grave, podrías intentar lijar la parte inferior de la puerta para crear más espacio. Retira la puerta de las bisagras, colócala sobre caballetes o en un lugar adecuado para trabajar, y usa lija de grano medio para desgastar la parte que está rozando. Recuerda siempre lijar en la dirección de la veta de la madera para evitar dañar la puerta.
  3. Cortar la puerta: Si el roce es más pronunciado, es posible que tengas que recortar un poco la parte inferior de la puerta. Para hacer esto, primero debes quitar la puerta de las bisagras. Luego, usa una regla o una escuadra para dibujar una línea recta en la parte que deseas cortar. Puedes usar una sierra de mano, una sierra circular o una sierra de calar para realizar el corte. Tras cortar, suaviza los bordes con lija.
  4. Reemplazar la puerta o el marco: Si nada de lo anterior funciona, es posible que la puerta o el marco de la puerta estén deformados. En este caso, podrías considerar reemplazar uno o ambos.

Recuerda que siempre es importante trabajar con seguridad. Usa gafas de protección y guantes cuando estés lijando o cortando, y pide ayuda si necesitas mover la puerta.