La gala de los Premis Ciutat de Palma empezó con lanzamiento de honda a través de la danza y las acrobacias que rememoraban a los foners originarios de Balears, pero continuó con lanzamiento de dardos y la reivindicación del catalán por parte de varios de los premiados. La edición en la que se estrenaba el Govern del PP con el apoyo de Vox, al igual que en Cort, recordó en boca de uno de los galardonados, Miquel Serra, que el socio del Ejecutivo balear «aborrece la lengua de aquí», lo que provocó numerosos aplausos del público.
«Abolir una lengua es como abolir un árbol frutal», en palabras del también ingeniero agrícola, y «si la respuesta no la da el Govern, la dará la comunidad civil, donde hay un buen número de músicos», tal como advirtió el nuevo Premi Bonet de Sant Pere de Música por su último álbum, Las Hayas Arce.
Premios en castellano
Los Ciutat de Palma volvieron a otorgar este año los galardones de novela y poesía en castellano después de dos legislaturas sin ellos, de ahí que el jueves una treintena de autores premiados en catalán en anteriores ediciones se manifestase en contra. Anoche la primera que lo hizo en la gala el Teatre Principal fue Marina de Cabo, la ganadora del Premi Joan Alcover de Poesía en Catalán, que destacó que «el hecho de haber elegido escribir en catalán es un posicionamiento político», como dijo la Premio Nacional de Poesía Miren Agur Meabe en defensa de las lenguas minoritarias.
Por su parte, la premiada con el Llorenç Villalonga de Novela en Catalán, Maria Escalas, recordó que es el idioma «que habla la gente de aquí» y el único que hablaba su abuela, la mujer analfabeta que instó a su hija (la madre de la galardonada) a «aprender a leer y desarrollar todo su potencial», tal como contó emocionada.
Uno de los dos ganadores del Premi Ciutat de Palma de Cómic, Joan Miquel Morey, abogó por «defender la cultura a través de nuestra identidad, lengua, gente y paisajes». Y sin palabras, pero con la simbólica camiseta verde contra el TIL del último gobierno del PP, el urbanista Lluís Gené dejó claro su mensaje. Es uno de los galardonados, junto a Gabriel Alomar, con el Premi Montserrat Casas de Investigación y lo que sí reivindicó ante los gobernantes actuales es «que Palma vuelva a poner a las personas en el centro frente al dominio del coche».
«Sin exclusiones»
Por el contrario, el nuevo Ciutat de Palma de Poesía en Castellano, que homenajea a Rubén Darío, resaltó que «gracias a que se ha hecho bilingüe» puede estar aquí, dijo el madrileño Jesús Aguilar, que alabó al Ayuntamiento por haber «dejado las exclusiones y apostar por la cultura», una frase que también provocó numerosos aplausos. Otras reivindicaciones fueron «políticas culturales que permitan desarrollar la práctica artística» y acabar con la guerra de Palestina mediante «el fin permanente del comercio de armas con Israel», palabras de la ganadora de Artes Visuales, Lara Fluxà, que causaron más aplausos.
Los demás galardonados son el periodista argentino Rodolfo Piovera con el Premi Camilo José Cela de Novela en Castellano por la obra Un azul de frío; el autor teatral Héctor Seoane, el Premi Margaluz de Artes Escénicas por Bad Moon; el director de cine Dani Cuesta, con el Premi Maria Forteza de Audiovisuales en la modalidad documental por su trabajo Jo, Punk; el mismo premio en la modalidad de cortometraje para Ben, de Miguel Ángel Durán; el periodista Joan Cabot con el Premi Miquel dels Sants Oliver por su podcast ¡Campeón! Un thriller pop; el especialista en las razas y variedades autóctonas Llorenç Payeras, con el Premi Caty Juan de Corral de Gastronomía; y el estudio de arquitectura Ohlab con el Premi Guillem Sagrera por su edificio sostenible en el paseo Mallorca.
La gala fue presentada por Marta Jaume y Pere Sánchez y se desarrolló con el hilo conductor de todos los pobladores que han dejado un legado en Balears a lo largo de su extensa historia, como los foners, romanos, cartagineses, musulmanes, judíos y cristianos, que han configurado «el carácter y personalidad de nuestro pueblo, además de dejarnos el legado de un patrimonio arquitectónico y urbanístico único y singular», tal como dijo el concejal de Cultura de Cort, Javier Bonet, durante su discurso.
Tras el primer turno de entrega de galardones, se dio paso a la interpretación de la canción Espurnes y corals de mar, de Mar Grimart, a partir de la coreografía de Carles Miró.
Después de la segunda tanda de premios, el público presenció una actuación de danza vertical a cargo de la bailarina Aina Palou, con la voz de Augusto Redondo y la música de Jaume Carreras. Tras la tercera entrega de galardones, la formación Simfovents siguió con la música interpretando la suite sinfónica III con el acompañamiento de bailarinas clásicas y la coreografía de Laura Macías. Por último, la actuación del Cor de Dones de la UIB acompañó a la bailarina Mar Aguiló, con el tema La dama de Mallorca.
El acto terminó con el discurso institucional del alcalde de Palma, Jaime Martínez, y el broche final de la puesta en escena de la pieza titulada Les veus del passat, que contó con las actuaciones de los representantes de las diferentes culturas que pasaron antes por el escenario: Xim Colom (foners), Anabel Ramon (árabes), Augusto Redondo (judíos) y Paula Rigo (cristianos); además de la clásica interpretación de La Balanguera, en esta ocasión de la mano del Cor de Dones de la Universitat.