Palma demostró ayer que tiene ganas de fiesta y de mantener vivas las celebraciones comunitarias después de desafiar al frío y a la lluvia, que no dio ni una tregua en todo el día. La maratoniana jornada comenzó sobre las 12:30 horas en la calle Oms, concretamente en el bar España, conocido por todos como Ca’n Vinagre. Allí se concentraron centenares de personas para iniciar una jornada festiva marcada por las precipitaciones y, sobre todo, por las ganas de disfrutar.  

Justo antes de que el reloj marcara las 13:30 horas, Julio Iglesias y las protagonistas de la serie La Mesías se encargaron de dar el ‘sus’ al Sant Sebastià alternativo con el tradicional chupinazo que se celebra cada año en el balcón del bar España. Acompañado de Papuchi, quien también intervino de forma breve, un hombre disfrazado como si fuera el cantante latino más famoso del mundo versionó ante un público totalmente entregado ―y también mojado por la lluvia― el conocido Soy un truhán, soy un señor, una canción que se saben de memoria tanto jóvenes como mayores. «Me encanta ver a todos mis hijos aquí reunidos», espetó mientras algunas voces entre el público bromeaban que por su culpa estaba lloviendo: «¡Entona, entona!».

Minutos antes aparecieron en el balcón dos personas disfrazadas de Montserrat y Enric, los padres del grupo de música pop cristiano formado por varias hermanas jóvenes que protagonizan la serie La Mesías, uno de los fenómenos audiovisuales más comentados y vistos de los últimos meses. «Os miro y veo a gente enferma, veo gente perdida. Las revelaciones de Sant Sebastià sanan», profirió Montserrat desde su atalaya antes de ironizar sobre la decisión del Ayuntamiento de no declarar festivo el día de mañana: «Mañana, ¿qué? ¿No celebramos nada? ¿No es festivo?».

Alrededor de 400 personas se congregaron frente al establecimiento situado en la calle Oms para hacer frente a la lluvia y el frío con el único fin de brindar y celebrar el inicio de la ‘revetla’ popular que organiza la Confraria de Sant Sebastià y que cada año reúne a más gente en el conocido bar de Palma.

No fue hasta las 13:40 horas que el cohete salió disparado hacia el cielo gris para dar comienzo de forma oficial a las fiestas alternativas que cuentan con su propio programa al margen del oficial. Un año más, los vecinos de Palma se juntan para celebrar al patrón de Palma durante una larga y festiva jornada que continuó por la tarde en la plaça Llorenç Bisbal con el encuentro de las cuarenta cofradías palmesanas que participan.

Previamente todos los miembros de las cofradías se habían resguardado en tabernas y restaurantes de confianza para seguir bebiendo, comiendo y disfrutando de una fiesta que cada año atrae a más ciudadanos, ya no solo de Palma, sino también de otros lugares de la isla. Incluso hubo un grupo de chicas madrileñas que, dirigidas por una anfitriona palmesana, se unieron a la fiesta para vivir la experiencia completa.

La cofradía de Sant Sebastià agradeció a todos los allí presentes que quisieran celebrar «un momento tan especial» con ellos y aprovecharon para criticar a Cort por la ínfima presencia de mujeres en el programa de conciertos oficial: «Vamos a montar un grupo solo de mujeres para la ‘revetla’ de 2025». Todo ello mientras se coreaba a pleno pulmón el Bella Ciao.

Después de las comidas grupales en distintos restaurantes y locales de Palma, todas las cofradías se dirigieron hacia la plaza Llorenç Bisbal bajo un cielo encapotado y lluvioso que, pese a su intensidad en algunos momentos, no impidió que una multitud de ciudadanos se juntara en un encuentro marcado por el color, en el que la plaza se convirtió en una gran pista de baile en la que las distintas cofradías anudaban los pañuelos que las distinguen en el brazo incorrupto de Sant Sebastià.

Los primeros avanzados comenzaron a llegar a partir de las 17 horas, cuando aún había luz del sol, pese a que la plaza no empezó la fiesta hasta que empezó a sonar la música media hora más tarde. Con el sonido de las primeras canciones muchos vecinos abrieron sus balcones de par en par y los ciudadanos se agolpaban en las barras de los dos bares establecidos en la plaza, que no pararon de servir cerveza y combinados en toda la tarde.

Durante toda la fiesta sonaron canciones que hicieron disfrutar a los palmesanos como No puedo vivir sin ti, La Revolución sexual o (It Goes Like) Nanana, esta última un éxito total de la DJ y productora Peggy Gou.

A pesar de la lluvia, todos fueron previsores y traían chubasqueros o paraguas para disfrutar de la fiesta sin problemas. Las fuertes precipitaciones en algunos momentos de la tarde no consiguieron aguar la celebración a los vecinos de Palma, quienes un año más demostraron que, pase lo que pase, Sant Sebastià se celebra siempre por todo lo alto.