El latido artístico de Menchu Lamas, Rut Massó y Ana Margarita Ramírez llega hoy a Santiago con la exposición Poder interior. Se inaugura a las 20 horas en la galería Luisa Pita (Cardenal Payá, Nº9) con brindis de albariño Pedro de Soutomaior y textos informativos del crítico de arte Íñigo Rodríguez Román. Y por medio de quien da nombre a ese espacio creativo, Luisa Pita, EL CORREO charla con estas tres pintoras cuyo arte compartido se podrá visitar hasta el jueves 29 de febrero entre lunes y viernes (17:00 h./20:30 h.) y por las mañanas y los sábados con cita previa.

Menchu Lamas (Vigo, 1954), considerada una de las artistas más importantes de Galicia (Premio Cultura Galega das Artes Plásticas 2010; y Otero Pedrayo 2021), abre esta terna de diálogos. “Presento en Santiago tres cuadros que dialogan entre sí y expresan muy bien las características de mi pintura, los ritmos, el gesto y el sentido del color. Presencias que ocupan toda la superficie y que parecen querer ir más allá del propio espacio. Gestos y color expansivo configurando condensaciones simbólicas, donde lo circular tiene gran protagonismo”, dice quien junto Ángel Huete, Guillermo Monroy y Antón Patiño ideó el colectivo Atlántica, una primavera en los años 80, que hoy valora así.

“Desde la perspectiva actual, la propuesta de Atlántica mantiene una vitalidad llamativa, entre otras cuestiones porque el péndulo estético, a lo largo de la evolución del arte, establece unas variaciones compensatorias en cada momento. La situación presente es muy abierta y una aportación que, como aquella, ya forma parte de la historia, curiosamente, se ve con mucha proximidad y sintonía porque coincide con muchas de las circunstancias de la pintura de ahora en todo el mundo: Vitalismo, espontaneidad, proyección desinhibida del gesto y color”.

La galería Luisa Pita ofrece también obras de Rut Massó (Vigo, 1970), parte de la hornada inicial de la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra. Ella trae hasta Santiago un ejemplo en pequeño formato de su trabajo entre 2018 y 2023.

Rut Massó y fragmento de una obra suya C.


“Muestro una combinación de paisajes y módulos que llamo Pangea, referentes al supercontinente de hace 300-150 millones de años. Desde 2017, desarrollo este concepto de paisaje donde combino pasado y futuro, lo primitivo con la ciencia ficción, el peso y la ligereza, el movimiento y lo estático, o lo sólido y lo líquido”, indica Rut, que integra una generación que cumplió 18 años cuando España ya había sellado su integración en la Unión Europea, puerta a otros mundos, en su caso a una beca de la Fundación Caixa Galicia para pulir su formación en la Academia de Bellas Artes de Múnich.

“En Alemania hay más apoyo e infraestructura para el arte”.

“Allí hay seguridad social para artistas, Künstlerhäuser (Cité dártistes), ayudas estatales para proyectos o alquiler de talleres, y eso hace posible que los artistas estén más presentes en la sociedad alemana. La escena artística tiene energía y hay más iniciativa”, asegura Rut Massó.

Hablando de unir geografías, Ana Margarita Ramírez es natural de Venezuela (Caracas , 1974), tierra, por cierto, donde Menchu Lamas vivió de niña. Ana Margarita encuentra en esta muestra compostelana su primera ventana para enseñar su arte en Galicia.

Ana Margarita Ramírez y parte de una pieza suya C.


“Propongo dos obras sobre lienzo y una en metacrilato, son de mi nueva obra: Selva, Selva despejada y Selva transitada. Ese es mi mundo imaginado, lleno de color, líneas y raíces que me sostienen en mi centro como inmigrante venezolana. Mi propia naturaleza invita a las personas espectadoras de la obra a sumergirse en ella, a imaginar y a soñar”.

A la pregunta común de si en la presente dictadura del “yo”, tienen otro sentido las exposiciones colectivas, ellas opinan de este modo.

El arte ante la era del “yo”

Menchu Lamas:“Muestras como ésta hacen que cada trabajo individual refleje su singularidad, propiciando contrastes, definiendo más los rasgos de cada entrega y abriendo diálogos fértiles entre disti»ntos contextos y trayectorias”.

Rut Massó: “ Las obras se fortalecen en el intercambio con otras posiciones, y al presentarlas juntas, la dispersión se concentra. Las colectivas son hoy el punto de encuentro”.

Ana Margarita Ramírez: “Hay que pensar más en el colectivo. Luego del Covid, siento que, más allá de cultivarnos a nosotros mismos, es siempre enriquecedor el compartir con personas que te nutren, como es el caso de dos grandes artistas españolas como son Menchu y Rut”, concluye Ana.