El Atlético de Madrid se tomó la revancha frente al Real Madrid y logró un triunfo que les permite seguir vivos en la Copa del Rey. Los goles de Antoine Griezmann y Rodrigo Riquelme en la prórroga acabaron decantando el duelo para los rojiblancos un partido extenuante que obligó a dar a los dos equipos su mejor versión. [Así te hemos contado el Atlético 4 – 2 Real Madrid]
El Atlético parece haber encontrado una fórmula mágica para derrotar al Real Madrid. El equipo de Simeone ha sido el único capaz de derrotarle esta temporada y encima lo ha hecho por partida doble. Un nuevo triunfo que pone de manifiesto el trabajo del técnico argentino cada vez que afronta un derbi y que les premia con seguir luchando por un título.
Fue un partido marcado por los errores en las dos áreas. Un mal despeje de Rüdiger propició el primer gol del partido, obra de Samu Lino. Antes del descanso, Oblak se introdujo el esférico tras un lejano lanzamiento de falta de Luka Modric. Ya en la segunda mitad, Lunin fue incapaz de atajar un rebote en su área y le cedió en bandeja el tanto a Morata. Una contenación de fallos que dejó el encuentro muy abierto.
Joselu puso el toque épico al final del tiempo reglamentario al empatar y recordar los fantasmas de la Supercopa de España. Sin embargo, Griezmann apareció par dar el toque de gracia al Real Madrid en una nueva prórroga entre los dos equipos. ‘El Principito’ se inventó una jugada de la nada y batió a Lunin con un zurdazo imparable.
La sentencia final llegó con un gol de Rodrigo Riquelme cuando el partido daba sus últimos coletazos. Un derbi que acaba con el Atlético en los cuartos de final de la Copa del Rey y con el Real Madrid fuera de la lucha por un título que ganó la temporada pasada. Un adiós prematuro de los blancos y un halo de esperanza para los de Simeone.
[Se repiten los cánticos racistas contra Vinicius en el Estadio Metropolitano: «Eres un mono»]
La única nota negativa del derbi ocurrió minutos antes del pitidio inicial. Varios radicales del conjunto rojiblanco lanzaron gritos de «mono» contra Vinicius, una imagen que se vuelve a repetir en el Metropolitano tras el episodio ocurrido la pasada temporada.
Tablas al descanso
Como suele ser habitual en los derbis, Atlético y Real Madrid comenzaron con mucho respeto sobre el terreno de juego. Cada uno fieles a su estilo, intentaban no cometer riesgos que pusiese en problemas la eliminatoria. Simeone y Ancelotti plantearon un juego rocoso donde el balón difícilmente llegaba a las áreas rivales o esa parecía ser la teoría.
La primera ocasión clara del partido llegó de los pies de Bellingham en el minuto 10. El inglés hace magia cada vez que tiene en su poder el esférico y dejó con el molde a Witsel y De Paul para acabar con un potente disparo que se estrelló en la madera. Giménez, providencial, rozó lo justo para evitar que entrase. Vinicius, en el rechace, no estuvo afortunado y mandó al limbo la ocasión. Comenzaban a saltar las alarmas en los rojiblancos.
Cuadra Fernández dejaba jugar y la intensidad del partido crecía con el paso de los minutos. El Real Madrid trataba de proponer, mientras que el Atlético esperaba agazapado su oportunidad. Nadie parecía hacer valer su dominio hasta que Vinicius y Rodrygo se inventaron una ocasión clarísima.
El ‘7’ del Madrid vislumbró el desmarque del ’11’ y Rodrygo, tras un giro de 180 grados, se sacó un disparo al que respondió fantásticamente Oblak. Acto seguido, el esloveno se hizo gigante de nuevo para evitar el gol de Vinicius. Parecía un milagro que los de Ancelotti no estuviesen por delante y tan siquiera se había superado el minuto 20.
El tridente Vinicius, Bellingham y Rodrygo hacia mucho daño en cada internada. La defensa rojiblanca era incapaz de frenar las conducciones veloces de los tres jugadores más desequilibrantes del conjunto blanco. Sólo les faltaba el último paso: el gol.
Y cuando perdonas, el fútbol te lo acaba pagando. Un centro frontal de Rodrigo de Paul no lo despejó con contundencia Rüdiger y Samu Lino llegó en el segundo palo para batir a Lunin. El Atlético obtenía un botín maravilloso a poco más de cinco minutos para el final de la primera parte.
Cuando parecía que el Atleti se iba a marchar por delante a los vestuarios, un error colosal de Oblak en el último minuto de la primera parte propició que el portero del Atlético se introdujese el balón en su propia portería tras un lanzamiento lejano de falta de Modric. Tablas en el marcador y todo por decidir en los siguientes cuarenta y cinco minutos.
Joselu rescata al Madrid
El Real Madrid salió con fuerza en la segunda mitad. Rodrygo la tuvo antes del cumplirse el primer minuto con un tiro desde el lateral al que tuvo que responder Oblak con una fuerte mano abajo. Acto seguido, Bellingham bailó a todos en el área y su centro no encontró un rematador.
El Real Madrid volvía a tomar las riendas del encuentro y encerraba al Atleti en su área. Las ocasiones se sucedían pero ni Vinicius ni Rüdiger acertaron a definir ante Oblak. Los de Ancelotti asediaban mientras que Simeone empezaba a mover el banquillo ante el encajonamiento que vivían. Introdujo a Nahuel Molina y retiró a Saúl.
Y, al igual que había sucedido en la primera parte, el Atleti se llevó un premio inesperado antes de cumplirse el cuarto de hora. Un pase de Griezmann acabó tocando en Camavinga y se convirtió en una carambola infernal. Lunin se confió en exceso tras el rebote en el francés y no fue capaz de despejar con suficiencia. El balón acabó tocando en Rüdiger y Morata, con todo a favor, no falló a puerta vacía.
Carlo Ancelotti no quiso perder el tiempo en el césped del Metropolitano y rápidamente introdujo dos cambios: se fueron Modric y Mendy y entraron Brahim y Kroos. Poco después quiso buscar más músculo en el centro del campo para introducir a Tchouameni para retirar a un desdibujado Valverde.
Rodrygo tuvo el empate a falta de quince minutos para el final. El brasileño recibió de Brahim en la frontal del área y su disparo acabó estrellándose con violencia en la madera tras ser desviado por la defensa rojiblanca. El reloj corría y el Real Madrid necesitaba recurrir a la épica una vez más.
En el correcalles en el que se había convertido el partido Griezmann tuvo la oportunidad de sentenciar el encuentro. Un mal pase atrás le dejó solo y escorado, pero su tiro lo sacó Lunin. El ida y vuelta parecía favorecer al Atlético, que empezaba a encontrar más espacios con un Real Madrid volcado.
Ancelotti gastó su última bala con la entrada de Joselu. El delantero gallego entró por Rodrygo y se convertía en la referencia blanca en el área. Y apenas tardó un par de minutos en darle la razón al finalizar una acción coral de Vinicius y Bellingham. La incertidumbre se apoderó del Metropolitano en una larga revisión del VAR que acabó concediendo el gol.
Los últimos diez minutos se convirtieron en una agonía para los dos equipos. El cansancio comenzó a hacer mella en los futbolistas y las imprecisiones comenzaron a convertirse en una constante. El gol blanco estuvo a punto de llegar a un minuto del final tras una jugada llena de rebotes tras un mal despeje de Witsel que golpeó en Giménez. Sin tiempo para más, una nueva prórroga aparecía en derbi madrileño y con una peculiar actuación de Cuadra Fernández, que amonestó hasta a trece futbolistas durante el tiempo reglamentario.
Griezmann decide
La prórroga se convirtió en un suplicio para las piernas de los futbolistas. Cada vez costaban más a los dos equipos hacer esfuerzos y los fallos aparecían reiteradamente. Las carreras al espacio no eran las mismas y el ida y vuelta comenzó a desaparecer aunque siempre había tiempo para sustos.
Y ahí apareció Griezmann para hacer magia tras un mal control del Vinicius. El francés se lanzó con todo a la carrera y le ganó la línea de fondo al brasileño. Tras recortar hacía dentro, se sacó un zapatazo incontestable a la escuadra de Lunin. Tocaba remontar otra vez.
El juego permaneció durante muchos minutos hasta que Ceballos aprovechó un rechace de Oblak para introducir el balón en la portería del Atlético. El VAR intervino para determinar que había fuera de juego de Jude Bellingham, él había sido el primero en rematar.
El Real Madrid luchó nuevamente contra todos los elementos y quiso ampararse en la épica, pero esta vez no fue suficiente para mandar el partido a los penaltis. La locura para el Atlético llegó con el gol de Rodrigo Riquelme que sentenciaba el derbi y les daba el billete a los cuartos de final de la Copa del Rey.
Atlético 4 – 2 Real Madrid
Atlético de Madrid: Oblak; Llorente (Barrios, m. 97), Witsel, Giménez, Hermoso, Lino (Riquelme, m. 91+); De Paul (Azpilicueta, m. 105 (Savic, m. 115), Koke, Saúl (Molina, m. 55); Griezmann y Morata (Memphis, m. 97).
Real Madrid: Lunin; Carvajal, Nacho (Fran García, m. 105), Rüdiger, Mendy (Brahim, m. 65); Camavinga (Ceballos, m. 105), Modric (Kroos, m. 65), Fede Valverde (Tchouameni, m. 73), Bellingham; Vinícius y Rodrygo (Joselu, m. 80).
Goles: 1-0, m. 38: Lino. 1-1, m. 45: Modric. 2-1, m. 57: Morata. 2-2, m. 82: Joselu. 3-2, m. 100: Griezmann. 4-2, m. 118: Riquelme.
Árbitro: Cuadra Fernández (C. Balear). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Morata (m. 58), Hermoso (m. 68), De Paul (m. 78), Koke (m. 79) y Witsel (m. 113) y a los visitantes Vinicius (m. 45), Camavinga (m. 55), Brahim (m. 68), Bellingham (m. 84) y Carvajal (m. 89).
Incidencias: partido correspondiente a los octavos de final de la Copa del Rey, disputado en el estadio Cívitas Metropolitano ante 67.623 espectadores. Antes del inicio del partido se guardó un minuto de silencio en memoria de la leyenda del Atlético de Madrid y del fútbol argentino Jorge Griffa. Tambien se hizo entrega de una camiseta con el número 174 a Antoine Griezmann como reconocimiento a su condición ya de máximo goleador de la historia del club rojiblanco, con esa cifra de tantos.
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