Muchos todavía estarán intentando coger el punto a los nuevos métodos de pago. El gesto de pago en efectivo es sujeto continuamente de noticias, titulares y debates. Y es que parece que cada vez es más complicado encontrar a alguien que para pagar haga el amago de sacar incluso la cartera. En el móvil lo tenemos todo, hasta la tarjeta. Si se te olvida la tarjeta en casa -problemas de documentación aparte- ya no existe excusa para pagar la parte que corresponde de la cuenta. Y si por algún casual prefieres que otro haga el pago por ti, no hay problema: Bizum te lo soluciona.
Eso sí, asegúrate que ese dinero que has prestado siempre se te devuelva. Normalmente la aplicación suele notificar rápidamente si llega un nuevo ingreso a través de la aplicación a tu cuenta, aunque puede ocurrir que no sea así. Tal y como indica la aplicación, el envío de Bizum es inmediato y siempre va acompañado de la notificación que cerciore el recibo. Si ese es el caso, no quiere decir que no te hayan realizado el pago; puedes comprobarlo rápidamente desde el teléfono móvil si entras en la aplicación. Muchos preferirán que el móvil les alerte al respecto. Asegúrate a través de la configuración de tu aplicación bancaria que tienes activadas las notificaciones, ya que el motivo real puede ser que no hayas permitido esa condición.
Al igual que recibes un Bizum, también puedes reclamarlo. La aplicación cuenta con un apartado destinado a reclamar a tus contactos o números de teléfono una cantidad de dinero que ellos mismos tendrán la opción de aceptar o rechazar en un plazo de siete días. Aun así, la aplicación también cuenta con alguna que otra limitación en cuanto al envío y recibo de dinero. Esto en principio se hace para garantizar la seguridad de los usuarios, tal y como explica la misma página web. Por eso dichas limitaciones están impuestas por la misma aplicación, pero cada entidad bancaria puede marcar las suyas propias. Eso sí, es importante que tengas en cuenta que las condiciones impuestas para el intercambio de dinero entre los particulares no son las mismas que con comercios o con ONGs.