Los últimos días han estado marcados por un tiempo inestable en España tras el paso de una serie de frentes. Primero llegó la borrasca Hipólito, que dejó precipitaciones en buena parte de España, y luego penetró en la Península la borrasca Irene, la novena de la temporada, con lluvias fuertes y vientos intensos. Ahora, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) advierte de la llegada de una nueva perturbación a partir de este viernes 19 de enero.
Este jueves 18 de enero seguiremos con cielos nubosos o cubiertos en muchos puntos de la Península. Las precipitaciones, en general más débiles durante la jornada, se registrarán en el norte de Galicia, área Cantábrica y la vertiente atlántica penínsular. En el resto, intervalos nubosos con alguna posibilidad de lluvia aunque no llegarán al mediterráneo ni tampoco a Baleares.
Un grupo de personas caminan bajo la lluvia.
Las temperaturas no variarán demasiado en la jornada de este jueves. La cota de nieve se situará en los 1.800-2.000 metros en el extremo norte, descendiendo a los 1000-1300 metros. En la zona centro, en torno a los 1800-2000 metros y unos 2000-2300 metros en el sur.
Este viernes aumenta la inestabilidad en la Península
La inestabilidad aumentará en España a partir de este viernes 19 de enero. Se prevé la formación de una borrasca atlántica que cruzará la Península de oeste a este. Se esperan abundantes precipitaciones prácticamente generalizadas avanzando a lo largo de la jornada, según informa la AEMET.
Un grupo de personas se toma una fotografía.
Estas lluvias serán persistentes y localmente fuertes en el centro y cuadrante suroeste peninsular, de forma más probable en el sistema Central, sur de la Ibérica, nordeste de la meseta Sur, sierras de Andalucía occidental y Estrecho, y pueden ir acompañadas de tormentas ocasionales.
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Además de este nuevo frente atlántico, las temperaturas descenderán de forma acusada y generalizada en la Península, en especial en la mitad norte peninsular y Baleares.
Pronóstico de la AEMET.
De hecho, la cota de nieve bajará de forma notable de los 1000 metros a 400-700 metros en la mayor parte de la mitad norte peninsular, quedando en los 800-1200 metros en el Pirineo, y en los 1600-1800 metros en las sierras del sureste. Se esperan acumulaciones significativas en los sistemas Central e Ibérico, este de la meseta Norte y Pirineos.
