Una angustiosa y dolorosa derrota del CD Tenerife ante el RCD Mallorca priva al cuadro tinerfeño del pase a la siguiente ronda después del tanto balear que llegó en la última jugada del encuentro. El gran estímulo en juego como un pase a cuartos de final no dio lugar a contemplación alguna, con una única premisa por parte de ambos contendientes, presión inicial permanente al rival, no sólo para intimidación mutua sino también para hacer todo lo necesario para anotar un tanto con el que encauzar la eliminatoria.
La primera tentativa la protagonizó el local Gallego con un disparo cruzado que se fue junto al poste izquierdo de Greif (m.3), mientras que por parte visitante Abdón también puso a prueba a Tomeu Nadal con un preciso remate, tras un centro desde la derecha de Amath, pero el meta envió a córner el remate del atacante.
El encuentro, a partir de este peligroso remate, transcurrió con la misma intensidad y cadencia por parte de ambos adversarios, pero con una carencia total de remate en las dos porterías, de ahí la imposibilidad de que se moviese el marcador en los minutos transcurridos hasta concluir una animada y divertida primera parte.
Tras la preceptiva pausa de quince minutos, el juego prosiguió con una vivacidad inferior a la del inicio y con determinaciones algo más cautelosas, al menos en la primera media hora, puesto que en el cuarto final destacó primeramente un remate de Abdón (m.82) que se fue fuera por muy poco. Ante esta falta de eficiencia y con el marcador a cero hubo que prorrogar el encuentro media hora más de juego, con una primera parte del tiempo extra sin nada que destacar en el plano ofensivo, salvo un más que un evidente agotamiento a la hora de aproximarse a puerta.
Nada más comenzar el segundo periodo de la prórroga Darder lanzó una falta desde la frontal para que Nadal, con algunos apuros, enviara el balón a córner, y poco después fue Giovanni el que también, desde lejos, ocasionó un gran sobresalto al meta local que también resolvió la situación despejando el balón.
Y cuando ya ambos técnicos así como también sus respectivas plantillas estaban pendientes de la tanda de penaltis, llegó el tanto bermellón por mediación de Larin, que en el último instante del choque se encontró un balón suelto dentro del área y próximo al punto de penalti y con un disparo rasó selló el pase a cuartos.