La recomposición corporal consiste en eliminar la grasa corporal al tiempo que se trabaja para ganar masa muscular. Este objetivo, que persiguen muchas personas, requiere de mucho tiempo y esfuerzo, pero si se hace correctamente da lugar a unos resultados duraderos y muy notables.

Desde Fitness Real apuntan a que la recomposición corporal es realmente difícil, ya que por un lado hay que entrar en déficit calórico para perder grasa y, por otro, hay que tener un superávit de proteínas para desarrollar el músculo. Para lograrlo, apuntan a cinco consejos: entrar en déficit calórico «moderado»; realizar un entrenamiento intenso «basando la mayor parte del mismo en ejercicios multiarticulares, en rangos de repeticiones bajos y medios y con una especial atención a la progresión de cargas».

Además, también recomiendan acompañar de ejercicio cardiovascular, «un cardio de muy baja intensidad prolongado durante rato» y tener un descanso suficiente: «la falta de sueño disminuye los niveles IGF-1 y afecta negativamente la pérdida de grasa y la ganancia de masa muscular».

Proteína ‘whey’: el secreto de laecomposición corporal

El quinto consejo que recomiendan es el de la suplementación, a la que desde Fitness Real atribuyen «el 5% de los resultados», aunque advierten que primero hay que tener todo lo anterior en regla para que la suplementación haga algún tipo de efecto.

En concreto, no importa qué tipo de proteína utilicemos para incrementar nuestra ingesta diaria de proteínas: podemos decantarnos por una proteína natural, una proteína de huevo o incluso vegetal. No obstante, la proteína más utilizada en los gimnasios es la llamada proteína ‘whey’: la que procede del suero de la leche.

Desde el portal Vive el músculo apuntan a que «desde el punto de vista de perder grasa, las proteínas whey pueden ser útiles debido a su capacidad para ayudar a aumentar la masa muscular magra. La masa muscular magra es importante para el mantenimiento de un metabolismo saludable, ya que el músculo consume calorías aún cuando no está en uso».

Según explican, «las proteínas ‘whey’ pueden ser útiles en un plan de pérdida de grasa, es importante abordar también una dieta equilibrada y un programa de ejercicio regular para lograr los mejores resultados» y un factor crucial en su efectividad es la calidad: «la calidad de una proteína whey se refiere a la cantidad y pureza de proteína del producto, así como a la presencia de otros ingredientes, como lactosa, grasas y otros aditivos».

La elección entre una proteína ‘whey’ más o menos pura puede ser crucial, ya que la lactosa o grasas que pueden incluir las proteínas de baja calidad ralentizan el proceso de recomposición corporal.

Para la elección de una proteína adecuada recomiendan advertir cuánta cantidad de proteína tiene la composición, cuál es su calidad, que sea baja en grasas y carbohidratos, que no tenga ingredientes adicionales y que el sabor y la textura sean de nuestro agrado.