Emmanuel Macron ha prometido este martes en una rueda de prensa más autoridad del Estado, en las escuelas y en las calles, una bajada de impuestos de 2.000 millones de euros y fomentar el empleo para hacer una «Francia más fuerte y más justa». Esas fueron las recetas anunciadas este martes por el presidente francés, para relanzar su mandato enfrascado en una gran impopularidad.
Frente al avance de la extrema derecha, favorita en los sondeos para las elecciones europeas de junio próximo, Macron apostó por acelerar en sus reformas para acabar con los problemas que alimentan su ascenso, el paro masivo, la desindustrialización y la inmigración ilegal.
«Para evitar la subida de los extremos hay que atacar a lo que les da vida», afirmó el presidente francés en una masiva conferencia de prensa en el Elíseo para presentar las prioridades de su Gobierno en los próximos años.
Días después de haber nombrado un nuevo Gobierno, con varias figuras conservadoras vinculadas a Nicolas Sarkozy y considerado como un viraje a la derecha, el presidente asumió algunos de los temas defendidos en el país por la derecha tradicional.
Es el caso del retorno de la disciplina a las escuelas, que se traducirá en un posible retorno del uniforme, la obligación de aprender La Marsellesa, reforzar la enseñanza cívica o recuperar «ritos» como la entrega de diplomas.
Junto a ello, aseguró que lanzará una reflexión sobre el uso de pantallas por parte de jóvenes y adolescentes que puede desembocar en su limitación o prohibición en ciertos ámbitos, aunque desde 2018 ya están vetadas en las escuelas.
También apostó por restablecer la seguridad en las calles, con una mayor presencia policial y un combate contra el tráfico de drogas, otro de los temas más abordados por la extrema derecha.
La bajada de impuestos, que le exigen los conservadores moderados, es otro de los puntos que destacó en su intervención, al igual que el endurecimiento del subsidio de desempleo y la flexibilización de las normas de la función pública que prime el mérito sobre la antigüedad.
Desenmascarar a la extrema derecha
Macron lamentó que sea la extrema derecha la que lidere los sondeos para las europeas de junio, con hasta nueve puntos de ventaja en una encuesta publicada este martes, pero prometió combatirla «hasta el último instante».
Luchar contra el paro masivo, la desindustrialización y la inmigración clandestina, dijo, frenará las ambiciones de Marine Le Pen, que ve ya como tiene en su mano una segunda victoria consecutiva en las europeas.
Macron pidió «desenmascarar» sus mentiras y sus constantes cambios de opinión que amenazan con «debilitar Europa» en un momento de graves tensiones internacionales y de globalización, y en el que el Viejo Continente debe asentarse como «el tercer polo» mundial frente a Estados Unidos y China.
Pese a todos los conflictos que hay en el mundo, el presidente francés consideró que la mayor amenaza para Francia es la guerra de Ucrania,porque «dejar a Rusia ganar esa guerra es abrir la puerta a que no se respeten las reglas internacionales».
Por eso, dijo, continuarán ayudando a Kiev, a donde tiene previsto viajar el mes próximo, para firmar un nuevo acuerdo de cooperación, al tiempo que señaló que proseguirá la entrega de armas a Ucrania.
Sobre el conflicto entre Israel y Hamás, Macron reiteró su discurso de condena al terrorismo y el derecho a la defensa de Israel, pero consideró un error los bombardeos masivos que, dijo, «abren la puerta a una extensión del conflicto en la región».
Frente a la tensión registrada en las últimas semanas en el Mar Rojo, se desmarcó de los bombardeos de Estados Unidos y el Reino Unido sobre las milicias hutíes de Yemen, a fin de para evitar una «escalada», y apostó por un «planteamiento defensivo» que, dijo, Francia lleva teniendo hace años para garantizar el comercio marítimo.
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