El partido de octavos de Copa del Rey disputado en el Estadio Heliodoro Rodríguez López enfrentó a Tenerife y Mallorca, que habían ganado a Las Palmas y Burgos respectivamente en dieciseisavos. Hubo máxima igualdad ya que ambos priorizaron la defensa por delante del ataque. Larin lo resolvió en la prórroga con un tanto a la media vuelta. 

El duelo empezó con intensidad y con una tempranera ocasión para el Tenerife. Una Buena recuperación de los de Asier Garitano en campo rival y una asistencia al hueco a Enric Gallego estuvo a punto de terminar con el primer tanto del partido, pero el tiro del veterano delantero salió ligeramente desviado. Sin embargo, fue la única del Tenerife en la primera mitad. 

Por parte de los de Javier Aguirre las ocasiones llegaron tras dos galopadas de Amath Ndiaye por la banda derecha. En la primera asistió a Abdón Prats, quien conectó de tacón con el balón, obligando a intervenir con reflejos felinos a Tomeu Nadal. En la siguiente fue él mismo el que terminó la jugada con un tímido chut, pues llegó demasiado cansado tras haber recorrido medio campo en conducción. 

Segunda mitad sin ocasiones

En el segundo acto brilló el orden defensivo y las interrupciones, pues ninguno de los dos porteros tuvo que hacer ninguna parada. La más clara de los locales llegó en una acción preparada a balón parado, con una prolongación al segundo palo que no pudo culminar Enric Gallego. El barcelonés fue el que más lo intentó con remates forzados o fallidos. 

En las filas bermellonas, llegó la peor noticia posible, una nueva baja en defensa. En este caso la de Van Der Heyden. En el 80 Abdón Prats tuvo la mejor del encuentro en un escorzo espectacular que salió rozando el palo. Fue necesaria la prórroga para romper la igualdad. 

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El Mallorca superior en la prórroga

En el tiempo extra el esfuerzo físico se empezó a notar en las piernas, sobre todo en las del Tenerife, que fue viendo como el equipo de Primera les iba encerrando en su propio campo. Abdón Prats en un lanzamiento de falta directa y Gio González desde fuera del área obligaron a hacer dos paradones a Tomeu Nadal. Álvaro Jiménez tuvo una con un tiro que se fue a la red por fuera. Y cuando parecía que todo se iba a resolver en los penaltis, apareció Larin. El canadiense aprovechó un barullo dentro del área para anotar el gol de la victoria a la media vuelta.