La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha echado en cara al Gobierno de Pedro Sánchez que traslade a Madrid «de tapadillo» y por la noche a «la tremenda oleada» de inmigrantes que llegan a las costas de las Islas Canarias. La dirigente madrileña ha arremetido contra el reparto que se está produciendo entre las diferentes comunidades autónomas, sugiriendo que Madrid está recibiendo a más personas en situación irregular que el resto de regiones, aunque sin datos que lo confirmen, y acusando al Ejecutivo de trasladar a la Comunidad a los que están siendo rechazados por otras administraciones gobernadas por el PSOE: «Vivimos un auténtico caos».
Las denuncia de la presidenta madrileña se ha producido en un escenario con especial significado en esta materia. La presidenta ha comparecido con Judith Piquet, alcaldesa de Alcalá de Henares, donde hoy se ha celebrado de manera extraordinaria el Consejo de Gobierno y a donde han llegado, según ha señalado Ayuso, alrededor de 1.200 inmigrantes procedentes de Canarias en las últimas semanas.
El traslado de estas personas a otras regiones ha sido polémico desde que comenzó a finales de 2023, pero se ha vuelto un asunto clave para el PP tras el acuerdo del PSOE con Junts sobre la cesión de las políticas de inmigración cuyo alcance aún se desconoce en detalle. Tras ese acuerdo de la semana pasada este se ha convertido un asunto clave para Génova y un asunto más por el que los barones populares han vuelvo a exigir la conferencia de presidentes. El mensaje además lo tienen claro: «Pedro Sánchez ha pasado de presidir el Gobierno de la foto del Aquarius a ser el Gobierno de las salas de espera del aeropuerto donde por la noche meten a personas de tapadillo y con frialdad», ha resumido Ayuso.
Sin «colaboración real» entre administraciones
La situación de la inmigración irregular, ha asegurado Ayuso, «empieza a ser insostenible» a nivel nacional. Ha acusado otra vez a Gobierno y Delegación del Gobierno en Madrid de «no dar informar» a las administraciones locales ni buscar «una colaboración real» con ellas. Ha asegurado que su voluntad es ofrecer «servicios públicos adecuados» a estas personas que llegan a Madrid y reiterado que esta es una región que trata «con humanidad y seriedad» a los migrantes «vengan de donde vengan», pero inmediatamente después ha alertado de las «reyertas graves» producidas este último fin de semana en Alcalá de Henares supuestamente protagonizadas por personas que se encuentran en el campamento de acogida levantado por el Gobierno, así como de «las denuncias de agresiones sexuales, las peleas dentro y fuera» del campamento, o el «brote de sarna» detectado en ocho migrantes y que están siendo atendidos por los servicios de la Comunidad para que «no se extienda». La cifra de personas que llegan a Alcalá de Henares, ha dicho, «no deja de crecer» y ha reiterado que «los vecinos tienen derecho a saber con qué personas conviven» y también a conocer «la imagen que se da a los visitantes» de un lugar tan turístico como Alcalá de Henares.
«No podemos desatender» a estas personas «ni ser cómplices de las mafias», ha apuntado la presidenta, antes de enumerar todos los servicios que ofrece la Comunidad de Madrid para los inmigrantes que llegan a la región. Ha exigido un plan al Gobierno para poder gestionar los servicios y ha destacado que la prueba de que esta es una región de acogida es la recepción y tratamiento que se ha dado a toda la población ucraniana que ha recibido desde que estalló la guerra y a las «más de 75.000 personas» que se atendieron el año pasado en los centros de la Comunidad. Pero ha insistido en que no quedan plazas en estos espacios.
«Para que la integración sea efectiva tienen que recibir servicios públicos de calidad», ha explicado y eso es «imposible» si las administraciones regionales y locales que los reciben no conocen cuántos son, sus «circunstancias personales o la edad» que tienen. «Somos conscientes de que es una situación delicada, por eso es necesario un plan e imprescindible tener información precisa».