Pese a las advertencias y los renovados bombardeos estadounidenses contra el Yemen, los rebeldes hutíes atacaron este martes por segundo día consecutivo un buque comercial que navegaba por el mar Rojo, unas acciones que prometen seguir llevando a cabo mientras preparan su respuesta contra Estados Unidos.
Un misil lanzado por los insurgentes alcanzó el carguero griego ‘Zografia’, que navega con bandera maltesa y se dirigía a Israel, sin que el impacto causara heridos entre sus 24 tripulantes ni daños importantes en el barco, que pudo seguir rumbo en dirección al canal de Suez, según informó a EFE la naviera.
Poco después, el portavoz de los hutíes, Yahya Sarea, confirmó en una declaración televisada que el ataque fue lanzado después de que la tripulación del buque rechazara varias «llamadas de advertencia» de los insurgentes para que modificara su ruta.
«La operación se produjo tras el rechazo de la tripulación del barco a las llamadas de advertencia, incluidos mensajes de advertencia hechos con disparos al aire», aseguró el vocero, que prometió seguir llevando a cabo ataques contra buques que se dirijan a Israel en apoyo a los palestinos de la Franja de Gaza.
El ataque contra el ‘Zografia’ se produce un día después de que los hutíes alcanzaran con un misil al portacontenedores norteamericano M/V Gibraltar Eagle, con bandera de las Islas Marshall, una acción que celebraron en un momento de máxima tensión en el mar Rojo por la intensificación del fuego cruzado.
EEUU vuelve a golpear Yemen
El ataque fue precedido por un nuevo bombardeo de Estados Unidos contra posiciones de los hutíes en el Yemen, el tercero del que Washington admite su autoría desde que Estados Unidos y el Reino Unido lanzaran una operación militar a gran escala la madrugada del pasado viernes.
El Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) afirmó que el ataque aéreo se produjo sobre las 4.15 hora local (1.15 GMT) y tuvo como objetivo «cuatro misiles balísticos antibuque hutíes preparados para ser lanzados desde las áreas del Yemen controladas por los hutíes».
Pero pese a este nuevo bombardeo, del que los hutíes no se han pronunciado hasta el momento, el portavoz militar de los insurgentes aseguró que el grupo seguirá impidiendo la navegación de barcos de Israel y de toda embarcación que se dirija a puerto israelí «hasta que se detenga la agresión» del Estado judío contra Gaza, donde han muerto más de 24.000 palestinos desde el inicio de la guerra el pasado 7 de octubre.
Asimismo, Sarea advirtió que los rebeldes seguirán «tomando todas las medidas defensivas y ofensivas dentro del derecho a la legítima defensa», en referencia a los bombardeos de Estados Unidos y del Reino Unido contra posiciones de los hutíes en el Yemen en represalia por los ataques en el mar Rojo.
Medios afines a los rebeldes afirman que los nuevos ataques contra buques comerciales no forman parte de la represalia de los hutíes a los bombardeos estadounidenses, y que estos responderán «con firmeza» en el momento oportuno.
Ya lo advirtió el propio Sarea este lunes, cuando aseguró que las operaciones occidentales contra el Yemen se toparán con «una respuesta inevitable».
Washington es consciente de ello, tal y como dijo hoy el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, que anticipó desde el Foro de Davos que habrá más ataques de los hutíes en el mar Rojo y pidió que todos los países del mundo se unan en el rechazo a estas agresiones.
Un «terrible impacto humanitario»
En medio de la escalada del conflicto, un total de 26 ONG advirtieron este martes de que el intercambio de ataques ya esta teniendo un «terrible impacto humanitario» en Yemen, donde más de 21 millones de personas -más de dos tercios de la población- están en necesidad «desesperada» de alimentos, agua y asistencia vital.
Según las ONG, la interrupción del comercio debido a la inseguridad está haciendo subir los precios de los productos básicos y «provocando retrasos en los envíos de bienes que salvan vidas», ya que el Yemen, sumido en una guerra desde 2014, depende en gran medida de las importaciones a través del mar Rojo.
«Los líderes políticos deben considerar las terribles implicaciones humanitarias de una escalada militar y abstenerse de acciones que podrían resultar en un nuevo conflicto armado a gran escala en Yemen», exigieron en un comunicado conjunto.