A las doce de esta madrugada Vox cerrará el plazo abierto el pasado 10 de enero para avalar al candidato que la militancia quiere que compita para ocupar la presidencia del partido los próximos cuatro años. El resultado del proceso, no obstante, no se hará público hasta el sábado 20 de enero, una semana antes de que se desarrolle la Asamblea General Extraordinaria que renovará al grupo. Oficialmente, la única candidatura en firme es la de Santiago Abascal, el actual dirigente de la formación. La anunció la misma jornada en la que empezó a correr el reloj para reunir los avales necesarios en seis días: el 10% de la militancia al corriente de pago; unos 32.690 inscritos de los 66.949 totales con los que cerró el año pasado Vox.
La ausencia de oficialidad y promoción, en todo caso, no es motivo de impedimento para que otras personas hayan podido participar anónimamente en las primarias. Así lo indican fuentes nacionales de Vox consultadas por El Independiente para clarificar los mecanismos y el proceso de avales concluido. No obstante, la clandestinidad «complicaría mucho» a un candidato alternativo obtener los más de tres millares de respaldos necesarios, estiman. Concretamente, un afiliado, cuando accede al sistema telemático de votación no se encuentra distintas opciones de candidaturas. Aparece un espacio en blanco en el que se debe escribir el nombre del deseado como presidente. Así ha sido en otras ocasiones. Eso abre la puerta a encontrarse personalidades que ni siquiera tienen intención de competir. Durante el recuento, que se extenderá tres días, el Comité Electoral (CEL) deberá clarificar la validez de los votos y contactar con los propuestos. Otras fuentes consultadas dentro de Vox, aseguran, en cambio, que han ejercido su voto gracias a un enlace facilitado por Abascal que avala automáticamente el respaldo.
Ante la posibilidad de que haya rivales, el propio Abascal lo valoró este martes desde el Senado, donde el pleno del Congreso de los Diputados ha tomado en consideración reformar la Constitución en su artículo 49, para cambiar el término ‘disminuido’. «No me consta que los haya. He leído en los periódicos que hay manifiestos anónimos y supongo que habrá algún anónimo recogiendo avales también«, expresó no cerrando posibilidades de competencia. Aprovechó la comparecencia en los pasillos de la Cámara Alta para rebajar el ruido interno y reivindicar unidad. «Si hay descontento y corrientes ideológicas como los medios han estado diciendo durante tanto tiempo, eso afloraría en una Asamblea. Y a día de hoy yo no tengo noticias de que eso vaya a ocurrir», insistió. Distintos sectores del partido consultados también dan por hecho que, aunque existe disconformidad no tanto con Abascal sino con su entorno, nadie ha dado el paso» finalmente.
Hasta la fecha, los focos estaban puestos en la figura de Javier Ortega Smith desde que Libertad Digital se hiciera eco de sus supuestas intenciones. Él públicamente negó la semana pasada, al conocerse el adelanto de la Asamblea, el deseo de disputar la presidencia a Abascal. Pero varias fuentes enmarcan esas declaraciones no a una falta real de deseo, sino a la inviabilidad que el plazo de seis días para conseguir avales deja a su lanzamiento. Al cierre de esta edición, fuentes cercanas al propio Ortega Smith desinflaban cualquier expectativa. Lo hacían aludiendo a que de haber alguna intención de presentarse, o de estar maquinando una revuelta oculta, «eso lo notas». En cambio, está llevando su día a día con «cotidianidad». Si es cierto, añaden, que desde su destitución como secretario general está «descolocado».
Los concejales de Madrid, afines a Ortega Smith, han respaldado a Abascal en la recogida de avales. No se detalla si también Carla Toscano»
No le ha faltado, dicen esas fuentes, incitación de afines para dar el paso. Esta versión iría en línea de los que adjudican a los orteguistas la difusión del manifiesto crítico que pide un Congreso Refundacional para Vox, como respuesta al movimiento de la dirección por el adelanto. Sin diferencias ideológicas pero sí movidos por una distribución de poder más amplia y no acotada a Buxadé, Ignacio Garriga y otros nombres del núcleo duro como Enrique Cabanas o Kiko Méndez-Monasterio. Las fuentes consultadas aluden que Ortega Smith, en las reivindicaciones por mantener las esencias fundacionales del partido hechas a finales del año pasado, no busca derribar a Abascal, pero sí al «bunker» que le rodea. «Sabe que Abascal es el cerebro, el ADN de Vox. Sin él no habría partido», añaden.
Según ha podido saber este periódico, la mayoría de sus afines del grupo del consistorio madrileño han respaldado a Abascal en el proceso, lo que de haberse presentado el vicepresidente no se hubiera producido. No se detalla si también Carla Toscano, mano derecha de Ortega Smith y que la semana pasada abandonaba el grupo nacional de la cámara baja. Por diferencias con el CEN, aseguran fuentes conocedoras.
Ortega Smith está descolocado desde su baja de la secretaría general, le han animado a competir, pero sabe que el ADN de Vox es Abascal»
A escasas horas de cerrarse la votación, dentro de la corriente oficialista también daban por hecho que Ortega Smith no se presentaría: «Está cansado de titulares que así lo indican», aseguraban. Por lealtad a Abascal y porque ahora «no es el momento», añadían, sin mencionar cuál lo es. Desde el ala más liberal también lo veían claro en la jornada de ayer, porque dicen, en declaraciones a este medio, que «no tiene valor» para dar ese paso ahora. Hacerlo, en todo caso, supondría un borrado inmediato más justificado del nuevo CEN en el caso de perder. Esa salida del máximo órgano del partido se da casi por descontado, pese a todo, por la falta de afinidad con el núcleo duro y tras actuaciones independientes que han traído polémica. Como la última, por el lanzamiento de una botella de agua al concejal de Más Madrid Eduardo Fernández Rubiño, tras golpear en su escaño con la carpeta. Le ha valido la reprobación del pleno de Cibeles.
Desde sectores críticos se apunta a que el paso de la Asamblea de finales de marzo a finales de enero, con el carácter de ‘extraordinario’, dos semanas de que el digital de Federico Jiménez Losantos publicara la información sobre Ortega Smith, responde al temor y a la voluntad de Abascal a cortar cualquier insubordinación interna. También para evitar que un fracaso -como proyectan las encuestas- en Galicia alimenta a esa corriente alternativa y abone cualquier demanda de relevo. En contraste, Abascal, el lunes 8 de enero, tras la reunión de la dirección, expuso que la motivación para el adelanto es afrontar preparados «un año complicado para Vox y para España» por razones como la amnistía, y dotar al CEN de mayor fortaleza para el futuro.
Fuentes nacionales de Vox aseguran que lejos de lo comentado, la realidad es esa. Además indican que, por los estatutos, marzo no podría ser la fecha al final porque se da por descontado un adelanto de comicios vascos para abril. Su traslado debería ser para junio, dejando dos meses de margen obligados, que las europeas tampoco permitirían. Septiembre es un plazo ya «tardío», lamentan. En los estatutos, lo que se menciona es que si hay periodo electoral de por medio, la asamblea se aplazará hasta que haya un gobierno.
Los procedimientos tras los avales
A lo largo del día y hasta el sábado 20 de enero, el CEL procederá al recuento de los votos registrados y a transmitir a Abascal, que ya ha dicho que cuenta con los avales en la tarde de este martes desde el Senado, y al resto de candidatos si los hubiese, el número de apoyos exactos con los que cuenta. Desde Vox afirman que puede pasar que entre la militancia se haya repetido un nombre concreto sin que éste haya expuesto voluntad de participar. De ello se informará al afectado como al resto de participantes, y de tener la cifra necesaria, se le pedirá aclarar durante el plazo si asume el mandato para concurrir o se desliga por desinterés.
Dado que Abascal ha comunicado que cuenta con la cuantía necesaria, se descarta la implementación de otras medidas como una bajada del porcentaje necesario de avales -se hizo en 2020- o la repetición del proceso. De no tener competencia, deberán simplificarse los plazos restantes hasta la Asamblea. Está previsto que entre el 21 y el 25 proceda la campaña electoral y que al término y hasta el 27 se vote al candidato definitivo por vía telemática. Hay una opción de correo ordinario para quien así lo prefiera desde el 22 de enero. Desde la Asamblea se dará un margen para presentar recursos si alguien lo estimase, y el 6 de febrero se proclamarán los resultados definitivos. Entre las previsiones de Abascal está un ligero remodelación de los órganos de dirección. Hay nombres aparte de Ortega Smith que suenan para caer del CEN. Es el caso del vocal y cercano al madrileño, Pedro Fernández, quien fue diputado por Zaragoza en la pasada legislatura.
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