David Cuevas es un periodista que siguió de cerca la pista de la supuesta médium Anne Germain. Trabajaba en una publicación sobre ciencias ocultas y acudió junto a dos compañeros a entrevistar a la vidente. Después de charlar con ella acerca de su trabajo le pidieron hacer una sesión particular para ponerse en contacto con algunos de sus seres queridos fallecidos.
Anne le dijo a David que estaba sintiendo la presencia de una mujer de su familia ya fallecida, que se presentaba ante sus ojos como una figura maternal. David tenía viva tanto a su madre como a su abuela pero decidió seguirle la corriente a la médium haciéndole preguntas. Le preguntó su esa mujer tenía algo en una pierna. Un dato que inventó sobre la marcha para comprobar la reacción de Anne Germain. Fue entonces cuando la británica le dijo que la mujer que sentía cerca tenía un problema en la pierna: «Huelo la gangrena», llegó a decir.
Entonces, Germain se puso a hablar por boca de la supuesta difunta: «No quería que me cortaran la pierna pero no me dieron elección», señalaba. Señala David que en ese momento sus dos abuelas estaban vivas, ambas con sus dos piernas en ese momento. Para asegurarse que todo estaba bien David llamó a sus familiares para asegurarse que estaban bien y así era.
No entiende que ninguno de sus espíritus le informara de que tenía a sus ‘haters’ delante
En la entrevista previa a la sesión David y su compañero Juanjo se repartieron los roles. Él hacía de poli malo y su compañero poli bueno. En un momento dado da un salto y le llega a decir a Germain: «No sé si eres consciente de que un grupo de personas se infiltró en tu programa». «Pensé, si esta mujer tiene ángeles protectores y espíritus que la guían, no entiendo que ninguno le dijera que tenía a sus ‘haters’ delante», relata.
«Cuando fallaba regañaba a los espíritus por estar engañándola»
Recuerda David otra anécdota vivida con la médium. En un congreso sobre ciencias paranormales celebrado en Albacete ante unas mil personas la vidente intentaba hablar con familiares del público pero no acertaba. Entonces decidió reñir a los espíritus que tenía cerca por estar engañándola. «Tenía excusas para todo», apunta.
Asegura David que Germain tenía un caché de 15.000 euros por programa, en un paquete de más de 20 programas. «Cuando pasabas el casting de público y llegabas a plató te pasaban un documento con una lista de hospitales públicos a los que te derivaban por si había una mala gestión del duelo. Además te venían a decir que si no identificabas al familiar del que hablaba Anne Germain no le dieras importancia, volvieras a casa y hablaras con tus familiares», explica.