Christian Nolting, Global CIO (Chief Investment Officer) de Deutsche Bank, cree que, actualmente, «el gran problema sigue siendo el crecimiento económico».
Según destaca en un informe de perspectivas de la entidad, desde el banco alemán creen que es probable que el crecimiento se ralentice en los próximos trimestres, a medida que las estrictas condiciones financieras repercutan cada vez más en las economías. «Dicho esto, los mercados necesitan seguir convencidos de que el crecimiento volverá a repuntar más adelante en 2024», escribe Nolting.
Gracias en parte a los amplios programas de inversión tanto en EEUU como en Europa y otras zonas del mundo, Deutsche no espera en 2024 una recesión en ninguna de las principales regiones económicas. «Para el conjunto del año, prevemos un crecimiento moderado del 0,7% en la zona euro, e incluso del 0,9% en Alemania. Este último dato se sitúa por encima de nuestras expectativas de crecimiento en Estados Unidos, que calculamos en un 0,8%«, precisa Christian Nolting. La razón de ello, añade, es que los próximos trimestres podrían verse afectados negativamente por los efectos retardados de las subidas de tipos de interés que empezaron hace unos 18 meses. «Sin embargo, esperamos una recuperación tangible en Estados Unidos de cara a la segunda mitad del 2024«.
Respecto a Asia, desde Deutsche Bank prevén que siga siendo el motor del crecimiento mundial en 2024: es probable que el crecimiento se sitúe en torno al 6% en India y al 5% en China, por ejemplo, afirma el CIO del banco. Por su parte, Japón podría superar las expectativas. «Con un 1,0%, nuestra previsión de crecimiento para el País del Sol Naciente de cara al 2024 es una de las más altas entre las principales economías industrializadas«.
INFLACIÓN
Las tasas de inflación anuales han retrocedido considerablemente, en parte debido a la ralentización de los precios de la energía, los efectos de base favorables y los tipos de interés más altos en los mercados de capitales debido a las políticas monetarias restrictivas. Algunos bancos centrales, como la Reserva Federal (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE), han desacelerado el ritmo de sus programas de endurecimiento monetario. «No obstante, es improbable que los tipos de referencia vuelvan a los niveles tan bajos anteriores, incluso después de 2024«, afirma Nolting.
«Prevemos que en EEUU, la tasa de inflación para todo el año se eleve al 4,2% en 2023 y al 2,8% en 2024. Si la economía estadounidense logra un aterrizaje suave, es decir, una desaceleración económica sin caer en recesión, la Fed podría empezar a recortar los tipos en junio de 2024. En total, prevemos hasta un máximo de tres rebajas» este año.
Los tipos de referencia en EEUU se sitúan actualmente entre el 5,25% y el 5,5%. No obstante, Deutsche avisa de que aún hay la posibilidad de que la inflación tenga unos efectos de segunda ronda, por ejemplo, si los precios del petróleo volvieran a subir considerablemente en 2024. Esto podría demorar la relajación de los tipos.
En Europa, prevén que la política monetaria siga una tendencia similar a la de EEUU. También anticipan que el BCE recorte los tipos hasta tres veces este año. «No obstante, hay que tener en cuenta que los trabajadores europeos aún se enfrentan a unas disminuciones considerables de los salarios reales y que es probable que las presiones salariales aumenten debido a un mínimo histórico de la tasa de desempleo y la creciente escasez de mano de obra cualificada. Además, el aumento de precios de la energía y los efectos de los importantes estímulos fiscales del fondo NextGenerationEU podrían impulsar adicionalmente la inflación a largo plazo».
La tasa de inflación para el conjunto del año 2023 podría elevarse al 5,7% en la zona euro y al 6,0% en Alemania, afirma Deutsche. Para el próximo año, prevé una inflación del 2,9% en la zona euro y del 3,2% en Alemania.