El caso Grifols, es decir, el demoledor efecto del informe de la firma británica Gotham City destapando, supuestamente, maquillaje contable en las cuentas de la compañía familiar catalana, no puede entenderse sin dos palabras clave: transacciones túnel. Estas dos palabras, que figuran en el informe de Gotham, hacen referencia en realidad a operaciones vinculadas a la venta, por parte de Grifols a Scranton, sociedad patrimonial que supuestamente pertenece a la propia familia Grifols, de dos empresas: Biotest (también conocida como BPC Plasma) y Haema. Según el informe, Grifols usa esta operación para maquillar sus cuentas, engrosando el beneficio y reduciendo su deuda, por lo que concluye que sus acciones deberían valer cero.
Qué es una transacción túnel
Gotham lo define como «la transferencia de activos y beneficios fuera de las empresas en beneficio de quienes las controlan». En este caso, apunta a que los accionistas o la dirección de la primera empresa (Grifols, en este caso), suelen ser propietarios absolutos de la segunda empresa (Scranton) y, por tanto, se benefician de transacciones que, de otro modo, serían «desastrosas». Conviene recordar que, pese a que Grifols vendió las empresas Biotest y Haema a Scranton, seguía consolidando ambas en sus cuentas argumentando que tiene una opción de compra.
Cómo se ha beneficiado, supuestamente, Grifols
Al consolidar Biotest y Haema, el supuesto beneficio de la operación para Grifols habría consistido en que habría podido ‘reducir’ su deuda en «al menos 920 millones», al tiempo que engrosaba sus beneficios de 2022 en 82 millones. Al tener en cuenta ambos factores, Gotham llega a la conclusión de que el apalancamiento (endeudamiento) de Grifols no equivale a 6 veces el Ebitda, como afirma la empresa, sino que «está más cerca de 10 ó 13 veces». De ahí su demoledor impresión sobre la compañía catalana del Ibex y su afirmación de que las acciones deberían valer cero. El mercado, de hecho, ha reaccionado provocando una auténtica sangría en bolsa. Las acciones, que antes del informe valían más de 14 euros, cotizan ahora por debajo de 9. La empresa está viendo cómo se volatilizan unos 4.000 millones de euros de su capitalización.
Qué está investigando la CNMV
Al comienzo del caso se puso el foco, apuntado por el informe de Gotham, en que el problema estaba en que Grifols consolidaba en sus cuentas Biotest y Haema a pesar de que no tenía directamente presencia alguna en el capital. La empresa justificaba este ajuste contable explicando que ambas sociedades formaban parte de Scranton, vinculada a Grifols, y además porque tiene una opción de compra sobre ellas. Pero la situación dio rápidamente un giro cuando se supo que la Comisión del Mercado de Valores (CNMV), el regulador de los mercados, ponía más el foco en quiénes figuran en Scranton que en las posibles discrepancias contables que puedan existir en el perímetro de la consolidación. La CNMV, de hecho, ha enviado a Grifols un requerimiento en que le da un plazo de 10 días para que detalle uno por uno los accionistas e inversores de Scranton, donde figuran miembros de la familia, exejecutivos de la empresa y ejecutivos actuales.
Qué implica el requerimiento de la CNMV
Implica fundamentalmente que las irregularidades, si se demuestra que las hay, no serían simplemente discrepancias contables, sino un caso que podría tener consecuencias legales de diferente consideración: desde sanciones a multas, aunque hay quien no descarta que también pasen por el ámbito penal. La clave estaría en que una empresa (supuestamente Grifols) habría utilizado una patrimonial (supuestamente Scranton) para manipular el mercado de valores.