Al lado del estadio Prince Abduarrahman bin Saud Stadium en Riad, la capital de Arabia Saudí, donde entrena el Al-Nassr de Cristiano Ronaldo, hay dos campos de tierra donde entrenan niños de todas las edades. El portero ni siquiera llega a la mitad de la portería. Corren detrás del balón migrantes y saudís. Sueñan con estar en el Mundial 2034 que organizará el país que acoge la Supercopa de España. Al igual que los jugadores de la Mahd Academy, uno de los múltiples centros formativos que existen en territorio árabe y al que se ha invitado a la prensa extranjera.

Mahd Academy, un proyecto con Mourinho en la junta directiva

La Mahd Academy fue impulsada por un grupo neerlandés y en la junta directiva aprobada en agosto por el príncipe heredero Mohammed bin Salman (el impulso inicial es estatal, pero la intención es que se convierta en una iniciativa privada) figuran, además de miembros del gobierno estatal, Jose Mourinho o el exinternacional rumano Ioan Lupescu.

Actualmente, cuenta con seis equipos que parten desde los cinco años. Por encima, jóvenes futbolistas que forman parte de la generación que será protagonista del Mundial 2034. En este proyecto se enroló hace algo más de un David Pascual, preparador deportivo madrileño. «El primer mes quería volverme, pero ahora estoy muy feliz. En España no podría haber ejercido este puesto y la remuneración es buena», explica en su recorrido por unas instalaciones situadas al lado del Comité Olímpico Internacional de Arabia Saudí.

Dos equipos disputan un partido en las instalaciones de la Mahd Academy en Riad (Arabia Saudí). Denís Iglesias


En la Mahd Academy hay cinco campos, varios de hierba natural. Está en fase de crecimiento y expansión, como todo el país. Pascual explica el acelerado proceso que ha vivido la academia. Para competir con el resto de clubs grandes tiene que pasar por una fase clasificatoria en la que marcha a buen ritmo. Frente a equipos de otros países de la región el Mahd Academy ha sacado grandes resultados. En sus aventuras en Europa, Pascual reconoce las diferencias. No obstante, el rendimiento está ahí: «Tenemos a tres jugadores en las categorías inferiores de la selección».

Competir con Qatar y la Real Madrid Foundation

Las similitudes con el proceso que se vivió en Qatar son evidentes. Los ‘vecinos’ y rivales fundaron en 2004 la Aspire Academy que pretendía desarrollar a los atletas mientras les proporcionaba educación. Los resultados no fueron los esperados y tras el Mundial se pinchó la burbuja. De ahí que desde la Mahd Academy defienden un proyecto más duradero, integrado en el plan Vision Saudi 2030, con el que Arabia busca no depender del petróleo.

«Este proyecto nacional quiere identificar y desarrollar el talento deportivo de Arabia Saudí», resume en su página web la Mahd Academy. Pascual, acompañado de otro componente del centro, habla de la increíble materia prima futbolística que hay en el país. Mientras que en Qatar se terminó por reclutar a extranjeros, sobre todo de África, la práctica totalidad de los miembros de la Mahd Academy son árabes. No solo los locales se preocupan por la formación y captación. En Riad también tiene su sede la Real Madrid Foundation.

El conjunto blanco, que cuenta con amplio apoyo en el país, como se demuestra en el apoyo que reciben en la Supercopa, donde jugaron la semifinal frente al Atlético con todo el apoyo local a su favor. A estos centros se puede acceder, bien mediante la captación que llevan a cabo los equipos o pagando una cuota. Una desigualdad propia del fútbol formativo que se extrema en un país de «dos caras», tal y como comenta Ramón Marcote, quien fue responsable del juvenil del Al-Hilal entre 2021 y 2022.

Dos equipos juegan un partido en las instalaciones de la Mahd Academy en Riad (Arabia). Denís Iglesias


Niños que entrenan un día frente a los que lo hacen seis

«Teníamos jugadores de todo tipo. Desde el hijo de un jeque millonario a un miembro de una familia humilde. Un perfil que tiene que trabajar para salir adelante y que se busca la vida con el fútbol. Para ellos, salir del club suponía volver a su situación real. La mano de obra del país es básicamente extranjera, con pakistaníes, nepalíes y otras condiciones que también se repiten en otras ciudades», explica Marcote. Esta brecha la evidencia David Pascual, preparador físico y entrenador en la Mahd Academy, con un ejemplo vivido en carne propia.

«En los campeonatos de clasificación nos enfrentamos a equipos que solo entrenan un día, frente a las seis jornadas de los nuestros. Se nota tanto la diferencia que a veces tenemos que parar los partidos porque los rivales están agotados«, narra el trabajador español de un proyecto que no tiene un primer equipo como tal, pero que aspira a competir, en no mucho tiempo, con los grandes del país como el Al-Hilal, «que tiene unas instalaciones muy buenas: son el club más profesional y con mejor estructura del país».

La apuesta por el fútbol, conducida por entes estatales como el Fondo de Inversión Pública, tiene, por tanto, varios objetivos. Por un lado, consolidar una industria, como se recoge en el plan Vision 2030. Por otro, conseguir que la selección de Arabia Saudí llegue a 2034 como una potencia. Su tradición futbolística es mucho más importante que la de Qatar, siendo dominante en Asia.

Un grupo de niños juega un partido en un campo de tierra en Riad. Denís Iglesias


Y finalmente, pero no menos importante, las autoridades públicas quieren combatir la tasa de obesidad infantil, una de las más altas del mundo. Objetivos que involucran a las nuevas generaciones, quienes sueñan, como en cualquier país del mundo, en ser futbolistas y representar a su país. Tanto en el verde fresco de las academias como en la tierra de los campos donde se juegan animadas ‘pachangas’ para construir un futuro mejor.