El boxeo femenino en España está en auge. Algo que hace unos años parecía ciencia ficción se ha convertido en una realidad: está claro que los deportes de contacto han dejado de ser (solo) cosa de hombres. La profesionalización, la aparición de nuevas referentes y las múltiples ventajas físicas que proporciona este deporte se han erigido en el potente combustible para este crecimiento que también ha ido de la mano de la explosión del feminismo y de la autodefensa. «Para nada se trata de inculcarles desde pequeñas que han de saberse defender de eventuales agresiones, pero sí es positivo que hagan actividades que les ayuden a descargar y a sentirse fuertes y seguras», afirma Núria López, que hace meses apuntó a su hija de 10 años a ‘kick boxing’, uno de los deportes de contacto con más pegada.
De hecho, «seguridad», «disciplina» o «autoexigencia» son algunos de los términos más utilizados entre sus practicantes a la hora de describir aquello que este deporte les aporta. Y los números están ahí. En gimnasios como el Gym Fitness Prat de El Prat de Llobregat, por ejemplo, afirman que el número de adolescentes y jóvenes que acuden a entrenar se ha triplicado en el último año.
«Aquí hemos detectado que hay un cierto efecto contagio: cuando una chica prueba y le gusta suele animar a sus amigas a que también se apunten», explica Julián González, profesor de este gimnasio del Baix Llobregat en el que se practica el boxeo sin contacto, una de las especialidades con más tirón entre las chicas. Lo cierto es que en el boxeo federado, punta del iceberg de este fenómeno, también notan el ‘boom’. Entre 2017 y 2022, último año del que hay datos, el número de federadas ha aumentado un 50%, al pasar de 2.059 a 3.107.
Mayor visibilidad
Naila Esteve, de 21 años, practica Muay Thai desde los 11 y ha podido observar desde primera línea la evolución del deporte femenino de contacto en España: «Nos estamos dando a conocer ante el mundo en estas modalidades. Hay nuevas referentes y esto suscita un mayor interés sobre el tema».
La joven también recalca la importancia de la aparición de los ‘influencers’: «Reconozco que pese a no estar muy a favor, la aparición de nuevos eventos como ‘La Velada’ nos dan más visibilidad. Todo este fenómeno ha eclosionado y ha ayudado a incentivar a la gente a practicar estos deportes», asegura.
Ser la única chica del gimnasio
En algún momento, muchas de estas chicas han tenido que entrar en un gimnasio en el que los chicos ganaban por abrumadora mayoría. La situación la conoce bien Marta Monferrer, de 24 años: «Donde yo ahora practico boxeo -Gimnasio Tren Ramírez- hay bastantes chicas de todas las edades y me sorprendió mucho la juventud que había«. «Siempre hay más hombres que mujeres, pero en este sentido nunca me he sentido sola», explica. «Desde luego, ya no tenemos miedo de practicar deportes considerados como masculinos ni de entrar en un gimnasio lleno de chicos y ser la única mujer», reivindica.
Monferrer, quien admite que nunca se hubiera imaginado que practicaría este deporte, recalca lo importante que es para ella boxear tanto desde un punto de vista físico como mental: «Mi práctica no tiene solo que ver con la autodefensa. En gran parte me apunté porque es un deporte que me aporta muchos beneficios tanto en agilidad, como en cardio, resistencia o fuerza», recalca. «Me ayuda a tener una buena salud mental y me hace sentir mejor conmigo misma. Te hace olvidar de los problemas», añade la joven, quien corrobora que en su gimnasio «las mujeres hacen exactamente las mismas actividades que los hombres«.
«Puedes pegar dentro, pero no fuera»
Uno de los factores que más se vincula a la práctica femenina de los deportes de contacto es la autodefensa y el querer trabajar las fortalezas y la seguridad personales. Maite Guijarro, de 22 años, da fe de ello. «Siempre va bien saber defenderse», afirma. «Aunque no practiquemos situaciones que te pueden pasar en la calle, yo sí me siento un poco más segura gracias a este deporte». En este sentido, Naila Esteve, quien compite en categoría amateur, recalca una regla de este deporte: «Lo primero que te enseñan en un gimnasio es que puedes pegar dentro pero no fuera». «Todo lo que sabes no debes utilizarlo ahí fuera porque le podrías hacer mucho daño a alguien», afirma.
En lo que sí hay consenso entre las deportistas es que el crecimiento del boxeo femenino todavía no ha tocado techo. «Quizá hay chicas que no se apuntan porque piensan que en el gimnasio solo estarán ellas, pero de verdad que es todo lo contrario», asegura Maite Guijarro.