Quique Sánchez Flores, entrenador del Sevilla, no encuentra tampoco explicación a lo que le ocurre a su equipo, que no gana un partido en casa desde el 26 de septiembre.

El técnico madrileño, eso sí, se detenía en la defensa nefasta de las jugadas de estrategia. «Hemos salido muy bien. Hemos hecho unos primeros 25 minutos fantásticos. A partir de ahí, llega el balón parado y cambia todo. Este partido lo gana el balón parado. Es lo más sencillo y lo hemos hecho mal, hemos llegado tarde a todas… El balón parado es una parte del juego pero para nosotros ha sido un martirio», decía el preparador sevillista.

«Son cosas que tenemos que analizar de puertas para dentro. Faltaría al respeto al equipo si hablo de esto que es algo privado. Lo trabajaremos», insistía Quique ante la insistencia de las preguntas sobre los despistes en las marcas.

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El entrenador sevillista no desea hablar de refuerzos en el mercado de invierno , algo que los resultados hacen patente. «Conozco muy poco al equipo. No llevo mucho y tengo que estar en manos de la dirección deportiva y la presidencia que conocen mejor el equipo. Yo no puedo invadir su trabajo llevando aquí cuatro semanas».

Por último, se refirió a los pitos del Sánchez Pizjuan. «Queremos dar a la afición la imagen de los primeros 25 minutos. Normal que nos penalice la afición si no somos capaces de mantener ese nivel».