La vida se detuvo para Antonio Para el 18 de mayo de 2014. Conducía por una carretera nacional una moto deportiva cuando un todoterreno se saltó una señal de stop y lo sacó de la carretera. Han pasado diez años y, aunque despertó, su vida ya había cambiado para siempre.
La imprudencia del conductor le dejó tres meses en coma y una lesión medular que lo ataría de por vida a una silla de ruedas. Sufrió la amputación de su pierna izquierda. Unas secuelas que le acompañaron en un largo proceso de rehabilitación.
“Al principio cuando desperté, pensé que era el día en que había quedado para ir con la moto, pero no me podía mover y fue un golpe duro, pero lo he ido pasando”, nos explica en COPE.
Hace un llamamiento a quienes se ponen al volante o conducen una moto: “Hay que extremar la precaución”. “Mi vida cambió mucho porque pasaron tres meses hasta que pude pasar de cama a una silla”. “Me cambió totalmente la vida. De estar de pie a estar en una silla. Es lo peor”, ha lamentado.