El derbi femenino de la ciudad de València llega a la Copa de la Reina, con el pase a cuartos de final en juego. A partir de las 18:30 horas, el estadio Antonio Puchades medirá a dos equipos en rachas antagónicas, en lo deportivo y en lo emocional. Del lado local, un Valencia doblemente dolido. Por la última goleada cosechada en la Liga F, el contundente 1-6 contra el Atlético de Madrid. Además, las vaslencianistas cuentan con bajas sensibles. La guardameta internacional Enith Salón, así como Sara Tamarit, Estela Fernández y Raquel Gil. En el recuerdo, además, el 3-1 del partido liguero de la primera vuelta en el Ciutat de València, en el que las blanquinegras acusaron quedarse en inferioridad numérica.

Del bando levantinista, los estímulos son máximos. Las “granota” son segundas en el campeonato doméstico, su ritmo es intratable y son las claras favoritas sobre un rival al que aventajan en 16 puntos en la clasificación. Además, José Luis Sánchez Vera cuenta con toda su plantilla a disposición.

Todos los parámetros apuntan al favoritismo azulgrana, pero el derbi cuenta con sus propios códigos. Es un partido siempre muy distinto al resto, en el que la rivalidad y el ambiente en las gradas iguala fuerzas. A pesar del mayor dominio estadístico en los precedentes del lado levantinista, el derbi es por tradición un duelo abierto y con alternativas, y más en el formato copero. A ese intangible se agarra Jesús Oliva, técnico del Valencia, para valorar el encuentro en su previa:

“Lo afrontamos con mucha ilusión y mucho trabajo para pasar la eliminatoria y darle una alegría a la afición, que necesitamos que ayude a las jugadoras en todo momento”. El desafío es añadido con el objetivo de cruzar una distancia eliminatoria que no se pisa desde hace seis años: “Desde 2018 no hemos pasado a Cuartos y es el momento de dar ese paso en crecimiento. Las futbolistas han de creer que pueden superar la eliminatoria. Este equipo tiene calidad para ganar al Levante UD”, indicó Oliva, en declaraciones a los medios oficiales del club.

Por su parte, José Luis Sánchez Vera también valoraba el partido desde su vertiente emocional: “Es un derbi que nos motiva. Es un partido que vas a cara o cruz. Hemos hecho una buena semana de trabajo”. El técnico insistió en que se valore la dificultad de la buena racha que atraviesa su equipo: “No podemos dejar de valorar lo que significa ganar, no podemos dejar de darle valor. Cuando empiezas a no darle importancia estás perdido. Cada vez hay más competitividad. No quiero que dejemos de dar valor a lo que estamos consiguiendo”.

Preguntado sobre el rival, el preparador granota describió el escenario de cada equipo: “Es uno de los derbis que puede estar más matizado. En Valencia están teniendo una exigencia alta y no están teniendo buenos resultados. Además tienen bajas. Somos un equipo ofensivo. Creo que van a cambiar algún aspecto, sobre todo por fuera para tener jugadoras verticales y al tener la línea un tanto avanzada”.

A Sánchez Vera también se le preguntó por su relación interna con el club: “Mi relación con el club sigue siendo la misma que con todo el mundo. Cuando entré a Pepe (Danvila) no lo conocía. Nunca he tenido relación con él. Nos hemos dedicado a trabajar y me alegro que el club tome decisiones. Me consta, de hecho. Hay que redirigir cosas en el club. El equipo sigue haciendo su competencia. Si vendemos es porque el club ha hecho las cosas bien.”

Por su parte, la jugadora Mayra Ramírez afirmó que quieren “ganar títulos, estar luchando siempre por estar ahí día a día, luchar cada partido como si fuera el último y vamos a afrontar el partido como si fuera una final más. Tenemos que ir a muerte tanto en Copa como en el partido de semifinales de la Supercopa de España”, que el Levante disputará ante el Atlético de Madrid.