Matteo Salvini ha dado su versión. El líder de la ultraderechista Liga, acusado de secuestro de personas, ha prestado este viernes su testimonio en el marco del juicio contra él por el bloqueo de un barco cargado de migrantes rescatados por la oenegé española Open Arms en 2019, cuando era ministro del Interior de Italia, una gestión de la que dijo sentirse «orgulloso». «En los años 2018 y 2019 la objetividad nos lleva a afirmar que se redujo el número de muertes y desaparecidos en el mar como nunca antes había ocurrido. Mi objetivo no era solo defender la seguridad nacional, sino también vidas humanas«, ha argumentado. «Estamos aquí hablando de algo que yo hice porque era mi deber», ha añadido.
En una intervención de una hora y media, el político italiano, firme adalid de la mano dura contra la inmigración irregular durante años, ha centrado su defensa en afirmar que actuó en cumplimiento de la legislación y las directrices italianas y europeas. En este contexto, Salvini también ha puesto particular énfasis en recalcar el «común acuerdo» en la toma de decisiones entre él y el Movimiento 5 Estrellas (M5E), su entonces socio de Gobierno, uno de los puntos sobre el que más polémicas ha habido. Con el M5E, la política migratoria fue «clara, compartida, con dos decretos de seguridad aprobados», ha señalado.
El líder de la Liga también ha sostenido que su «modalidad operativa, la de [exigir] primero un reparto [de los migrantes rescatados en otros países europeos] y después permitir los desembarcos, no se cambió con los siguientes gobiernos». «Sin embargo, no se abrieron procedimientos judiciales por esto», ha criticado, al mencionar diversos casos posteriores de barcos que estuvieron en el mar varios días antes de que se autorizara su desembarco. Al hilo de esto, incluso ha mencionado el episodio de la nave humanitaria Ocean Viking que en 2022 abrió una crisis entre el Gobierno francés y el de Giorgia Meloni, actual socia de Salvini.
La polémica con M5S
El actual ministro de Infraestructuras y Transportes de Italia quiso así poner en evidencia a Giuseppe Conte, el hoy líder del M5E y entonces primer ministro italiano, quien en una audiencia el año pasado se desmarcó de Salvini. «Recuerdo que le escribí dos veces. La primera le dije que no se podían expulsar los migrantes, la segunda que había seis países que habían confirmado su disponibilidad. No estaba de acuerdo con él y el clima era incendiario», argumentó Conte. Este desacuerdo también alimentó, según ha sugerido Salvini, su posterior decisión de hacer caer el Gobierno que integraban los dos políticos, en agosto de 2019.
Una reconstrucción de los hechos que también ha apoyado Óscar Camps, el fundador de Open Arms. «Todo el antiguo Gobierno [a cargo en 2019] ya ha declarado y ha constatado que fue una decisión personal suya, la de infligir este castigo innecesario a 160 personas, privándolas de la asistencia necesaria y teniéndolos en el mar», ha afirmado este viernes Camps. Por esto, ya sabemos que el Gobierno no respaldó su decisión», ha añadido.