María tiene claro que las cosas entre Manuel y ella no van a ser nada fáciles. La joven se sienta junto a Ramón para preguntarle por el niño que ha visto en los establos: “Es el hijo de Manuel y Llanos”, señala.

La joven no espera que Manuel tenga un hijo. Antes de que pueda marcharse, Don Ramón le pide que se siente para hablar las cosas claras con ella: “Tu familia necesita el dinero y yo un heredero para mis tierras”, señala.

María no da crédito a lo que está escuchando: “Tú vas a ser la madre de ese heredero. Manuel necesita más hijos y tú se los darás, si no tu familia tendrá que devolver el dinero”, sentencia Don Ramón.

El terrateniente le desvela a María el motivo por el que estaba buscando una esposa: esta obsesionado con un buen heredero, Nicolás no le sirve: “Esta noche, te meterás en la cama de Manuel, y cuando vulva borracho de la taberna como siempre, no te costará nada convencerle de lo que tiene que hacer”, añade.

Además, Don Ramón amenaza a María: “Si no lo consigues, tu familia me tendrá que devolver hasta la última peseta con intereses”.

¿Estará dispuesta María ha cumplir su parte del contrato?