José Mourinho vive uno de sus momentos más delicados en su trayectoria como entrenador desde que llegó a la Roma. Su equipo cayó en Coppa Italia ante la Lazio, su máximo rival, en un encuentro que ha significado un golpe tremendo para el portugués. Su futuro está en el aire.
«Este podría ser el principio del fin», decían en Italia sobre el entrenador de la Roma tras el resultado en copa. La realidad es que el equipo de la capital vive una etapa complicada. Eliminados en la Coppa Italia, una victoria en los últimos cinco partidos en Serie A (fuera de posiciones europeas) y teniendo que jugar la ronda clasificatoria de Europa League ante un Feyenoord en gran forma.
Con contrato hasta 2024, el futuro de Mourinho en la Roma está en duda, con el entrenador y los Friedkin, propietarios del club, más alejados que nunca. «Hablamos mucho, casi todos los días, pero nunca sobre el contrato y el futuro», explicó el portugués recientemente. Sin embargo, desde Italia la prensa señala que existe una falta de diálogo entre ellos y que la derrota del miércoles podría dejar heridas incurables.
Por si fuera poco, lo que le viene encima al exentrenador del Real Madrid no es nada sencillo. El próximo partido, con todas las miradas sobre Mou, será ante el Milan, nada más y nada menos que en San Siro. Un encuentro de dificultad máxima que podría agravar, todavía más, la crisis de la Roma y dejar muy tocado al portugués.