La Fiscalía de Santa Cruz de Tenerife ha acusado a un hombre de dedicarse supuestamente al tráfico de estupefacientes dentro de electrodomésticos, de manera que llegó a ser detenido con casi 18 kilos de cocaína que habrían alcanzado un valor de cerca de 625.000 euros.

El Ministerio público solicitará la próxima semana que se le imponga al procesado una pena de 9 años de prisión y el pago del triple del valor de la sustancia intervenida, lo que sumaría 1,8 millones.

Otras penas accesorias serían la inhabilitación especial para llevar a cabo actividades comerciales relacionadas con la importación en Tenerife durante diez años, tanto en nombre propio como de su empresa.

Al acusado se le atribuye haberse dedicado desde hace tiempo al tráfico de cocaína mediante la importación de electrodomésticos, tales como lavadoras o secadoras, en cuyo interior escondía la sustancia que luego era distribuida en el mercado ilícito.

La trama salió a la luz cuando la Unidad Operativa de Vigilancia Aduanera detectó el envío de estos aparatos de una forma sospechosa, figurando un destinatario ficticio con una dirección de Adeje, pese a que el acusado era quien iba a recibir el envío en su domicilio de Santa Cruz.

Por ello, se estableció un dispositivo de vigilancia en torno a una paquetería situada al lado de la empresa aduanera con el fin de descubrir el verdadero receptor del envío.

Entonces los agentes de la Policía Nacional vieron cómo el procesado recogía cuatro bultos que se correspondían con dos lavadoras y otras tantas secadoras que cargó en una furgoneta propiedad de una empresa que figuraba a su nombre.

La entidad había sido constituida por el acusado y su expareja con un capital de 5.000 euros, carecía de trabajadores, no constaban ingresos ni gastos declarados y sin embargo era titular de una moto, una furgoneta y un todoterreno.

Las investigaciones apuntaron a que estos vehículos habrían sido adquiridos a través de las ganancias obtenidas por el tráfico de cocaína.

Cuando el sospechoso se disponía a salir de la empresa de envíos fue interceptado por la policía, que intervino en el interior de los electrodomésticos once paquetes de bloques homogéneos de una sustancia que resultó ser cocaína.

En concreto se hallaron 14 tabletas que pesaban 14 kilos y tenían una pureza de 78,5%, cinco de cinco kilos con el 79,28%, dos con dos kilos y 78,6% y una más de un kilo y pureza de 78,31%. En el momento de la detención al acusado se le intervinieron también 575 euros en efectivo y un teléfono móvil.

A continuación se llevaron a cabo registros en los domicilios que tenían vinculación con el detenido encontrándose 26.000 euros en uno de Adeje, 7.775 en otro de Santa Cruz y 60.000 que estaban en poder de su hermana, además de diversos efectos relacionados con esta actividad ilegal.