Más de 6.000 personas recibieron tratamiento para la depresión en el Archipiélago en el transcurso de 2023. Así lo reflejan los datos que maneja la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, que desvelan que hasta noviembre fueron atendidos 6.041 pacientes –4.133 mujeres y 1.908 hombres– que generaron 21.492 consultas en las unidades de Salud Mental. Según precisa la administración sanitaria, 4.083 sufrieron un episodio puntual –2.681 mujeres y 1.402 varones– y 1.985 uno recurrente –1.452 mujeres y 506 hombres–. 

A falta de conocer los registros del pasado diciembre, los cómputos reflejan un ligero descenso con respecto a los anotados en los 12 meses de 2022, cuando 6.447 pacientes que originaron 24.854 consultas fueron asistidos en estas unidades. «La pandemia de coronavirus provocó una pandemia de problemas de salud mental tanto en los adultos como en los adolescentes. Las causas principales han sido el aislamiento y el estrés asociado a la crisis sanitaria», señala el doctor Fernando Rodríguez Otero, especialista en Psiquiatría y coordinador del Programa Ambulatorio Intensivo para el Abordaje de Trastornos de Personalidad en el Hospital Juan Carlos I.

Este sábado se celebra el Día Mundial de la Lucha Contra la Depresión. Tal y como explica el facultativo, se trata de un trastorno mental que afecta a un 5% de la población adulta en todo el mundo, si bien las mujeres son dos veces más propensas a sufrirlo. De hecho, un 10% de las madres padece depresión posparto. «Puede debutar en cualquier momento, pero lo habitual es que aparezca en torno a los 40 años. Entre los síntomas más comunes figuran la pérdida de motivación y energía, la manifestación de ideas de desesperanza, pensamientos negativos, abulia, apatía, sentimientos de tristeza persistentes y, muchas veces, ideas suicidas», detalla el psiquiatra. 

Han surgido nuevos medicamentos que han demostrado eficacia para tratar los casos graves




Existen varios factores que pueden actuar como detonante del problema. Por un lado están los componentes biológicos y ambientales. Por otro, las situaciones adversas que acontecen en la infancia o en la vida adulta. «A veces no se manejan bien los duelos ni las propias emociones que derivan de otros episodios, lo que acaba provocando un cuadro depresivo. De ahí, la importancia de actuar a tiempo para que el trastorno no se cronifique», remarca el especialista.

Por lo que concierne al tratamiento, hay que decir que la terapia farmacológica combinada con el abordaje psicológico es la que ha demostrado más eficacia para manejar los cuadros moderados y graves. Además, para tratar los casos de depresión mayor han surgido nuevos medicamentos que ofrecen muy buenos resultados. Un ejemplo lo pone un fármaco comercializado bajo el nombre de Spravato, cuyo principio activo es la esketamina. «Se emplea cuando los pacientes no responden a los antidepresivos, pero siempre tiene que ir de la mano de la psicoterapia», anota el doctor Rodríguez Otero, que además informa de que esta enfermedad es la principal causa mundial de discapacidad y también la primera de incapacidad laboral entre las mujeres de 18 a 44 años. 

Pero, ¿por qué es más frecuente este trastorno entre la población femenina? Según el experto, se valoran varias causas. «Sabemos que a nivel biológico el cerebro es diferente al de los hombres, que las mujeres están sometidas a más situaciones de adversidad en la esfera social y que el factor hormonal también está implicado», apunta. 

Hay que señalar que la depresión suele ir acompañada de otros trastornos como la ansiedad o el estrés. También es, en palabras del doctor, «la principal comorbilidad del trastorno límite de la personalidad». Tanto es así, que un 30% de los pacientes que padecen este último desarrolla un cuadro depresivo. «Es muy importante visibilizar la depresión y todos los problemas de salud mental. Además, es necesario verbalizar los problemas y pedir ayuda a los especialistas», asevera el profesional del citado hospital grancanario. 

A pesar de que la patología se puede curar, el hecho de haberla sufrido en algún momento de la vida concede más posibilidades de desarrollar otro cuadro. «La mayoría de los casos leves y moderados son atendidos en Atención Primaria por los médicos de familia. Si se complican, son derivados a las unidades de Salud Mental para recibir el abordaje pertinente», aclara Fernando Rodríguez Otero, que aboga por seguir potenciando los recursos humanos y materiales en la región. «Necesitamos más psiquiatras, más psicólogos clínicos y más unidades. La prevalencia de los trastornos mentales graves es importante y hace falta contar con más personal para atender los casos masivos que llegan a las áreas especializadas», concluye. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que el cuidado personal puede ser clave en el manejo de los síntomas que provoca la patología. Por esta razón, recomienda a los afectados continuar haciendo las cosas con las que solían disfrutar antes de la manifestación del trastorno, mantener el contacto con sus familiares y amigos, hacer ejercicio a menudo, seguir unos hábitos alimentarios saludables, preservar una rutina regular del sueño y evitar el consumo de alcohol. Al listado de consejos se suma la necesidad de manifestar las emociones a las personas de confianza y acudir a las consultas de los especialistas.

De acuerdo con la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP), entre un 8 y un 15% de las personas padecerá depresión a lo largo de su vida. El objetivo de la conmemoración del Día Mundial es sensibilizar a la población sobre esta patología y prevenir su aparición.

SAE demanda más psicólogos

El Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) reivindica la «urgencia» de incrementar la ratio de psicólogos en Atención Primaria, tanto para detectar y prevenir trastornos mentales incipientes como para abordar aquellos que están más avanzados. Así lo reclama la agrupación con motivo del Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, que se celebra este sábado. En este sentido, recuerdan que España continúa sin contar con el «número adecuado» de profesionales: seis psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes, frente a los 18 que tienen, como media, el resto de países europeos. Tal y como asegura el sindicato, esto «imposibilita» ofrecer una atención adecuada a los pacientes, que precisan de tiempo y terapias individuales para mejorar su enfermedad «y no tanto del consumo de psicofármacos». | E. Press