El TSJB y el Govern, a través del Institut d’ Estudis Balearics, quieren relanzar la campaña para que el catalán se utilice como lengua en la administración de justicia en Baleares. Esta campaña de promoción de la lengua propia se inició hace dos años, con pocos resultados, pero ahora se impulsa a través de nuevas iniciativas, entre las que destaca un curso especializado de formación para jueces y magistrados, que les permita mejorar su dominio de la lengua catalana para poder después escribir sus resoluciones en esta lengua.
Esta campaña cuenta con el apoyo de la OCB y de todos los colegios de los operadores jurídicos, como son el de abogados, procuradores, graduados sociales, notarios y registradores de la propiedad.
Carlos Gómez, presidente del TSJB, reconoció que el uso de la lengua catalana en el desarrollo de la administración de justicia en las islas es muy minoritario. De hecho, de una plantilla de 140 jueces, solo dos de ellos escriben habitualmente sus resoluciones en catalán. En la fiscalía, en cambio, nunca se utiliza la lengua propia para elaborar los escritos. Existe un estudio elaborado por la Obra Cultural, que detalla que en 20 años se han dictado en Baleares 2741 resoluciones en catalán, lo que representa un porcentaje mínimo del 2,27 por ciento. Gómez señaló que los ciudadanos deben saber que se pueden dirigir a la administración de justicia en catalán y que no recibirán ningún tipo de rechazo por ello.
Llorenç Perelló, el director de Estudis Balearics, explicó que el objetivo de relanzar este programa es mejorar la formación de la lengua catalana. Por ello, uno de los cursos va dirigido sobre todo a los jueces y magistrados, para enseñarles a tener un mejor dominio de la lengua. Se prevé que este curso se pueda impartir en todas las islas.
También está previsto otros cursos de formación de catalán para funcionarios, tanto autonómicos, como locales, dirigidos sobre todo a los licenciados en derecho, para que puedan manejar menor los términos jurídicos en la lengua propia de las islas.
Asimismo, Estudis Balearics va a lanzar un plan piloto, en un determinado partido judicial de las islas, que aún está por determinar, en el que un lingüista de catalán esté presente en el juzgado para que pueda trabajar con el persona que precise su ayuda.
Otra de las iniciativas de esta campaña es que se crea un servicio de asesoramiento, que consistirá en un buzón de correo electrónico, donde se podrán solicitar que se resuelvan las dudas lingüísticas, así como ayuda para traducir textos judiciales que no sean muy extensos.
Los jueces, según recordó el presidente del TSJB, cuentan con libro de vocabulario jurídico, que cuenta con 6.000 términos y que fue elaborado por profesores de Cataluña y de Valecia. Gómez reconoció que hay muy pocos jueces que sepan expresarse por escrito en catalán, debido a la falta de nivel, por lo que de esta forma se explica el bajo porcentaje de magistrados que redactan sus resoluciones en la lengua propia. Asimismo, recordó que todo ciudadano tiene derecho a utilizar su lengua propia cuando acude a un juzgado y que ningún juez puede prohibirle dicho derecho.
Por su parte, el decano de los procuradores, Federic Ruiz, señaló que no solo se deberían escribir las sentencias en catalán, sino que también se debería utilizar en todos los documentos que se redactan durante la tramitación de un pleito. Ruiz recordó que todos los modelos que se utilizan en los juzgados, al depender la administración judicial de Baleares del Ministerio de Justicia, dado que las competencias no están transferidas, todos ellos están escritos en castellano. El procurador aprovechó la oportunidad de reivindicar que todos estos modelos de escritos que se utilizan habitualmente en el juzgado se redacten en catalán, de tal manera que pueda facilitar el uso habitual de esta lengua en el día a día de la administración de justicia.
El gerente de Justicia se sumó a esta iniciativa y se comprometió a solicitar al Ministerio de Justicia que elaboré los modelos de los procedimientos en catalán, aunque reconoció que es un proyecto difícil, porque Baleares es la única comunidad que utiliza dos lenguas.