Carlo Ancelotti y Florentino Pérez, en la presentación del italiano. / Real Madrid

En un programa televisivo de cuyo nombre paso de acordarme, se pasó, en escasos segundos, de afear la actitud de Xavi por haber recibido un empujón del portero suplente del Barbastro (y la del hermano de Xavi por defenderle) a edulcorar hasta la diabetes pandémica a Bellingham por ceder su manta a un niño en Aranda del Duero. Barça, caca; Madrid, bien.