CaixaBank Research prevé que 2024 será un año en el que la economía vaya «de menos a más». A pesar de que existen varios indicadores que apuntan a una desaceleración en el ritmo de crecimiento, los factores que «frenan el avance» se irán disipando los próximos trimestres. «Ello debería dar paso a un crecimiente dinamismo» tanto a nivel global como nacional, explican en el Informe Mensual de enero.
No obstante, subrayan que, detrás de este escenario, hay cinco hipótesis clave que se deben cumplir.
En primer lugar, en 2024 se espera que el ciclo inflacionista se pueda dar prácticamente por cerrado. «La reducción de las presiones inflacionistas ya se ha ido materializando durante los últimos meses y la contención de los precios de la energía y de las materias primas, junto con unos efectos de segunda ronda limitados, permite cierto optimismo», comentan.
Así, en EEUU se espera que la inflación se sitúe alrededor del 2,0% a mediados de año, y que siga descendiendo durante el segundo semestre hasta cerrar 2024 por debajo del objetivo de la Fed. En la eurozona, el patrón podría ser similar, aunque la moderación probablemente será algo más lenta y se cerraría el año con una tasa ligeramente por encima del 2,0%.
La segunda hipótesis es que las condiciones financieras se relajarán a lo largo del año. «La actuación de la Fed y del BCE hasta la fecha ha sido muy prudente, recalcando en todo momento la necesidad de asegurar el control de la inflación. Pero la mejora de las perspectivas en esta dimensión ya propició a finales de 2023 una notable corrección en las expectativas de tipos de interés cotizadas en los mercados financieros», valoran en la entidad.
En este sentido, en CaixaBank Research ven «bastante coherentes» los mensajes de los bancos centrales en las reuniones de diciembre, sin intentar por un lado desinflar las expectativas de bajadas en los tipos de interés, a la vez que remarcaban la dependencia de sus decisiones de los datos que se vayan conociendo en los próximos meses.
Otro factor de apoyo para que la actividad resista el bache actual es la buena evolución del mercado laboral. «En la medida que se mantengan las expectativas de que la desaceleración económica será moderada y transitoria, y que la demanda pronto empezará a ganar tracción, el mercado laboral podría mantenerse como un factor de apoyo», subrayan desde la firma.
Uno de los principales riesgos del escenario económico global procede de China. La mayoría de casas de análisis, incluida CaixaBank Research, asume que el profundo ajuste que está experimentando su sector inmobiliario, con caídas en el volumen de compraventas que superan el 40%, sucederá sin que el resto de sectores se vea excesivamente afectado.
«Este escenario se espera que se mantenga durante el año, pero el reto que queda por delante es importante y cualquier sobresalto podría tener repercusiones a nivel global«, advierten.
Con todo, el principal interrogante para que se cumpla el escenario económico global procede de la geopolítica. «En general, se asume que los conflictos activos, como la guerra en Ucrania y entre Israel y Hamás, no irán a más. Ello es de suma importancia, no solo por el drama humano que generan, sino también por las repercusiones que pueden tener en la economía global, presionando el precio de las materias primas o dificultando las principales rutas comerciales», aseveran.
En consecuencia, creen que «a pesar de que el año empieza con varios indicadores apuntando hacia una moderación en el ritmo de crecimiento, 2024 debería ir de menos a más«.