«Esto es un voto contra Yolanda«. La indignación es notable en las filas de Sumar después de ver cómo Podemos ha rechazado el decreto sobre subsidios impulsado por la vicepresidenta y ministra de Trabajo. Ni siquiera el malestar fue tan notable cuando los morados anunciaron su ruptura y su salida al Grupo Mixto. Por primera vez, el partido fundado por Pablo Iglesias interfiere en la acción legislativa del Gobierno, y lo hace precisamente en su primer examen parlamentario, el que marca el tono de lo que será el resto de legislatura.

En Sumar están convencidos de que el ‘no’ de Podemos que echó por tierra la reforma responde únicamente a un afán de venganza, y consideran que viene motivado por una «cuestión personal» contra la dirigente gallega. Una sospecha que vienen deslizando estos días pero que este miércoles hizo estallar al grupo parlamentario, cuando se consumaba el rechazo a esta norma. «No hubieran tumbado la reforma si no fuera de Yolanda Díaz«, defendían. De fondo están los fuertes desencuentros vividos los últimos años, que culminaron con el veto de Irene Montero de las listas electorales y una tormentosa relación dentro de una coalición que los morados terminaron por romper.

«No hay justificación»

La propia Díaz se mostró extremadamente dura contra los morados, acusándoles de «votar con la extrema derecha» y «contra los parados». En sus filas consideran que «no existe justificación» para echar dar marcha atrás a una norma que, entre otras cosas, aumentaba de 480 a 570 euros la ayuda durante los 12 primeros meses; que incluía a los menores de 45 años y suprimía la espera de un mes para percibir el subsidio una vez agotadas el resto de ayudas; o que legislaba el permiso de lactancia para permitir su disfrute acumulado. «Tendrán que explicar su ‘no’«, argumentaban.

Ione Belarra, en declaraciones a periodistas en los pasillos del Senado. EFE


«Es paradigmático que donde pongan más dificultades sea en el decreto de Trabajo«, señalaban en el grupo parlamentario de Sumar, después de que Podemos sí accediese a apoyar el decreto anticrisis aceptando una medida que ni siquiera habían pedido, como es la prórroga de la suspensión de desahucios a familias vulnerables hasta 2028. Una propuesta que no se incluirá en el decreto sino que irá a través de la reforma a una ley ya vigente, sobre protección a deudores hipotecarios. En Sumar se esfuerzan en situar a los morados en «la banda del ‘no'» junto a PP y Vox, en palabras de Iñigo Errejón, portavoz in pectore de la formación, que este miércoles denunció la «irresponsabilidad» de los morados.

El choque

Los nervios han ido in crescendo desde principios de semana, cuando cuando Podemos puso sobre la mesa su amenaza de rechazar la reforma del subsidio de desempleo para mayores de 52 años, alegando que incluía un «recorte» por reducir del 125% al 100% la base mínima de cotización de esta ayuda-correspondiente al salario mínimo- En Sumar, en cambio, venían rechazando este argumento y negando la premisa de que existiese tal recorte, al considerar que l subida del 50% del SMI compensa la «corrección» de una «sobrecotización» que se establecía hasta ahora, y que iba precisamente encaminada a compensar los bajos salarios antes vigentes.

El mero hecho de emplear el término «recorte» supuso toda una afrenta a Yolanda Díaz. «Hablar de recortes es una falta de respeto no sólo al Ministerio de Trabajo sino a la ciudadanía», venían sosteniendo estos días algunas voces de Sumar, que describían estos términos como «una forma de toxifocar el ambiente«.

Yolanda Díaz mira el móvil durante el Pleno del Congreso. EFE


La exigencia de Podemos de reformar la medida con este motivo suponía obligar a admitir la existencia de unos retrocesos que en Sumar se niegan a aceptar. Una reducción que su discurso contra la propuesta, incluyendo en su dicurso un término -el de «recortes»- que hacía imposible su voto a menos que se cumpliera su exigencia de retirar ese apartado.

En Sumar censuran el planteamiento de negociación que ha hecho Podemos, a modo «la bolsa o la vida«, y aunque le señalan como responsable único de lo ocurrido por su intento de desgastar a Yolanda Díaz de cara a las europeas, sí admiten del engorro de la situación, con un boicot que podría alargarse en el tiempo. «Cuando salieron del grupo era algo orgánico, interno, pero esto afecta al Gobierno», condenaban desde Sumar.