A pesar de que han pasado ya seis días desde el cumpleaños de Juan Carlos I (86 años), todo lo ocurrido en Abu Dabi, su residencia desde 2020, sigue dando de qué hablar tras la publicación de nuevos datos e imágenes del multitudinario festejo

El Emérito celebró la gran fiesta en la isla Zaya Nurai, donde reside y hasta donde se desplazaron más de 100 invitados entre los que se encontraban sus hijas, la infanta Elena (60) y la infanta Cristina (58); sus nietos Victoria Federica (23), Felipe de Marichalar (25) y Pablo Urdangarin (23) e Irene Urdangarin (18); así como amigos como Alicia Koplowitz (72) o Carlos Herrera (66). 

Este jueves, 11 de enero, LOC ha desvelado otro inesperado invitado a la celebración que no apareció en el reportaje publicado por la revista ¡HOLA!, pero que estuvo presente en la fiesta: Philip Adkins, exmarido de Corinna Larsen (58), que tuvo un rol importante en la cita. 

[La emoción de Juan Carlos, el discurso de su hija Elena y el menú: las imágenes inéditas de la gran fiesta del Emérito]


Corinna Larsen y su primer marido, en un montaje de JALEOS.

No se pronunciaron tres discursos, tal y como recogió la revista, sino cuatro: el primero, el del odontólogo Eduardo Anitua; el segundo, el de la infanta Elena, quien destacó la parte más familiar de su padre; en el tercero Álvaro de Orleans hizo un resumen de su reinado; y el cuarto, hasta ahora desconocido, lo dio Philip Adkins

El exmarido de Corinna Larsen se sentó en la mesa presidencial junto al embajador de Francia en Emiratos, Veva Fernández-Longoria, y Álvaro de Orleans. Tal y como revela la fuente, tomó el micrófono y se disculpó por no hablar bien español.

El empresario quiso recordar una conversación entre el secretario de Estado Henry Kissinger y Juan Carlos I en 2016: «Decía que en aquella época nadie confiaba en que Europa pudiera sobrevivir, y la gran preocupación era qué podía pasar». Mirando directamente al Emérito continuó hablando: «Este hombre salvó a España y a Europa«. Unas palabras que emocionaron a los asistentes. 

El rey Juan Carlos y Corinna Larsen, en una imagen de archivo.


El rey Juan Carlos y Corinna Larsen, en una imagen de archivo.

Su amistad se remonta a más de 15 años atrás, un tiempo en el que el exmarido de Larsen se ha mantenido al lado del Emérito a pesar de los convulsos momentos vividos. Fue en noviembre de 2022 cuando Philip Adkins volvió a copar titulares y conversaciones después de la polémica suscitada tras la publicación del pódcast Corinna y el Rey. Su nombre apareció en varios momentos del relato: durante el safari de Botsuana en 2012 y en la falsa Navidad que celebraron en 2013. 

A pesar de que Corinna y Philip estaban divorciados desde 1995, mantenían una buena relación, que se ha ido dinamitando en los últimos años después de que la empresaria alemana revelase sus secretos junto al Emérito. Precisamente, fue ella quien les presentó y comenzaría ahí una estrecha relación que todavía hoy siguen manteniendo, tal y como ha quedado demostrado en el cumpleaños de Juan Carlos I

Viajaron los tres juntos a Botsuana para participar en la polémica cacería en la que se cayó y donde se rompió la cadera. De aquel momento, cada uno ha dado su versión de los hechos en numerosas ocasiones: el empresario siempre ha defendido que fue «un accidente humano y terrible«; mientras que la alemana asegura que la caída la sufrió tras una noche de fiesta. «Lo que dice es totalmente falso… Ella es una mujer inestable y peligrosa«, aseguró Philip en el pódcast en el que no quiso participar. 

Corinna Zu Sayn-Wittgenstein en Londres.


Corinna Zu Sayn-Wittgenstein en Londres.

Gtres

La relación entre ellos ahora es inexistente. Se conocieron en 1989 en París, cuando Corinna tenía 21 años. Él ocupaba un importante cargo como banquero de inversiones en Citigroup, la mayor empresa de servicios financieros del mundo. Dos años más tarde, en 1991, llegaría la boda y en 1992 nacería su única hija en común, Nastassia Adkins (30), con la que su madre no tiene ningún tipo de relación. 

Philip Adkins fue testigo del inicio de la relación clandestina entre Corinna y Juan Carlos I. El Emérito y el británico tienen muchas cosas en común: la pasión por la caza y la equitación. De hecho, fue un pilar fundamental en la defensa del monarca tras las declaraciones de su exmujer. La buena sintonía entre la expareja terminó y él arremetió públicamente contra ella asegurando que era «una sociópata narcisista«.