La Sindicatura de Cuentas denuncia «irregularidades» en los contratos para los comedores escolares de la anterior Conselleria de Educación en manos de PSPV y Compromís. Así lo sostiene la última auditoría realizada por este organismo dependiente, que analiza los comedores escolares en el año 2022.

La entidad critica que el procedimiento de contratación «no respeta los principios generales de contratación del sector público e ignora aspectos esenciales de la ley». Esto, según el organismo, provoca que el precio del menú pagado a los proveedores varíe mucho.

Según el análisis el precio puede oscilar entre 7,51 euros y 5,46 en los centros con gestión indirecta. Por otro lado, el único centro de Primaria con servicio de restauración de manera directa tiene un coste del menú de 13 euros.

Añade que el proceso «no garantiza la libre competencia», critica su «falta de transparencia» y su «ausencia de publicidad, que eleva el riesgo de limitar la concurrencia y generar desigualdades entre licitadores». Puntualiza que en 2015 el organismo pidió racionalizar la contratación, pero la Conselleria decidió no implementar esta recomendación.

La Conselleria da ayudas para los gastos de funcionamiento y para las becas individuales de cada niño o niña, pero según critica la Sindicatura «la aportación no llega a cubrir ni siquiera los gastos de funcionamiento del comedor, mientras que las subvenciones superan el coste de la actividad subvencionada».

Menos de la mitad cumplen

Comedor escolar, en una imagen de archivo. FERNANDO BUSTAMANTE


El organismo ha analizado un total de 30 centros escolares valencianos, y ha concluido que, de esos, tan solo 13 comedores tienen «todos los instrumentos de planificación relevantes y aprobados por el consejo escolar».

La Sindicatura también critica que la Conselleria no ha adoptado las medidas necesarias para corregir las incidencias que ya señaló la Intervención General de la Generalitat y la Agencia Valenciana Antifraude. Añade que «tampoco ha variado el procedimiento establecido para la contratación en el curso 2023-24 y, por tanto, se continúa incumpliendo la normativa en la contratación administrativa».

Según el organismo, en cuatro de cada diez centros la cuantía de las ayudas para el comedor supera ampliamente (más del 10 %) el coste del comedor para los comensales becados, es decir, que las ayudas están sobrepagadas. A esto se le añade que en «prácticamente la totalidad de los centros analizados» la aportación de la Conselleria no supera los gastos de funcionamiento.

Alimentación sostenible

La Sindicatura elogia que los comedores escolares siguen a grandes rasgos las exigencias para dar una alimentación sana y equilibrada para los alumnos, aunque le da algunas propuestas de mejora como «aumentar el uso de alimentos ecológicos»

El organismo, sin embargo, explica que Conselleria sí que realiza una buena labor en el control de la calidad del sistema de comedores escolares, que supervisa la Inspección educativa. Añade que Salud Pública también ha realizado las funciones de control correspondientes.

Uno de los aspectos débiles del sistema es, precisamente, «la supervisión económica que realizan los docentes por norma general». El organismo critica que los profesores no tienen por lo general formación suficiente en la materia y que no tienen personal para esas tareas administrativas y contables.

Recomendaciones

La entidad, al final de su auditoría, realiza una serie de recomendaciones a la Generalitat para mejorar la gestión de los comedores escolares. La primera tiene que ver con incrementar la transparencia de todo el proceso de contratación. Para esto pide que detalle toda la autorización administrativa en la web de la Conselleria de Educación.

Después le ha instado a que diseñe un procedimiento «que respete los principios generales de la contratación en el sector público, garantice una competencia legítima entre los licitadores potenciales, facilite el acceso a las pequeñas y medianas empresas, fomente la participación de las empresas de la economía social y solidaria y permita conseguir la eficiencia en la gestión de recursos públicos y pondere las buenas prácticas de sostenibilidad medioambiental».

Otra medida que ha propuesto son una serie de «medidas correctoras» en caso de que las ayudas se gasten de forma poco equilibrada. Por otra parte, ha hecho especial hincapié en que «las becas financien únicamente el coste subvencionable» y «rediseñar un sistema justo de financiación del servicio de comedor».