El mercado náutico cerró 2023 con un total de 5.976 matriculaciones, lo que supone un 2,2% más que el año anterior, según el Informe del mercado de embarcaciones de recreo de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (Anen), elaborado a partir de los datos de la Dirección General de la Marina Mercante.
El sector vive una transformación con el aumento de las ventas de embarcaciones dedicadas al alquiler en detrimento de las de propiedad. Concretamente, el mercado del chárter náutico cerró 2023 con 2.057 matriculaciones de embarcaciones de recreo para uso de alquiler, un 4,79% más que en 2022, y ya representa el 34,4% de las ventas totales.
Las Balears, al frente
Las Islas Baleares lideraron el mercado de embarcaciones de alquiler en 2023, con 608 matriculaciones, lo que representa un 30% de cuota. Catalunya, la segunda con mayor impacto en el mercado de alquiler de embarcaciones de recreo, alcanzó una cuota del 22% y 456 matriculaciones, un 13% más con respecto a 2022.
Crece la pequeña eslora
Las matriculaciones aumentaron en los segmentos de pequeña eslora, en especial el segmento de embarcaciones de hasta seis metros (un 7,5%) y en el de los barcos de entre 12 y 16 metros (1,3%). El resto de las esloras retrocedieron, con mayor incidencia en el segmento de las embarcaciones mayores de 16 metros. Las motos de agua siguieron siendo el segmento que más creció (+50%) con respecto a 2022, así como las embarcaciones neumáticas plegables (+16%).
Andalucía, Cataluña y las Islas Baleares se mantuvieron como las comunidades con mayor actividad náutica, con cuotas de mercado del 20%, 19% y 18%, respectivamente. Andalucía matriculó 1.214 embarcaciones de recreo; Cataluña, 1.133; y, las Illes Balears, 1.075. Por su parte, Canarias experimentó un crecimiento del 50% respecto a 2022, con 482 embarcaciones matriculadas.
Incertidumbre mundial
Pese a la estabilidad del mercado náutico en 2022, existe “una tendencia descendente que previsiblemente se va a extender durante el próximo año”, según el director general de ANEN, Jordi Carrasco, que lo atribuye a la incertidumbre que aportan los conflictos internacionales y que impactan en la actividad recreativa de navegación.
“El sector deberá hacer un esfuerzo significativo en innovación, que respaldado por una adecuación de la fiscalidad y el avance de los cambios normativos en curso, podrá mantener y ampliar una oferta atractiva que estimule las ventas”, afirma Carrasco.
Copa América, la oportunidad
El sector ve en la Copa América de Vela una oportunidad para generar impacto y un aumento en la afición por el deporte náutico. Aun así, el secretario general al Clúster Nàutic Català, Miquel Guarner, apunta a una transformación del mercado motivado por cambios en las nuevas generaciones.
“Estamos pasando del modelo de la propiedad al del alquiler, ya que mientras antes se optaba por un barco amarrado junto a la segunda residencia, los usuarios prefieren ahora viajar a distintos lugares y arrendar allí donde se encuentren”, expone.