La epidemia de la gripe y el ascenso de los casos de coronavirus que desde hace varias semana tensiona la situación de los centros de salud, hospitales y urgencias de toda España llevó al Ministerio de Sanidad, con Mónica García a la cabeza, a imponer el uso obligatorio de las mascarillas en los centros sanitarios a partir de hoy mismo. La decisión se tomó después de que terminara sin acuerdo la reunión del Consejo Interterritorial en la que se abordaba este asunto con las comunidades autónomas. 

Ante la falta de consenso, Sanidad abrió un plazo de alegaciones por el que, en 48 horas, las comunidades podían hacer llegar sus propuestas al documento presentado por el Ministerio, como puede ser ampliar esta medida de prevención a las farmacias. Sanidad toma la medida de hacer obligatorias las mascarillas apoyada, según traslada, en el cumplimiento del artículo 65 de la ley de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud, que permite la declaración de actuaciones coordinadas en salud pública.

Con todo, y ante la falta de unidad entre las autonomías, García puntualizó este martes en una entrevista concedida a Antena 3 que la mascarilla se impodrá de manera “transitoria” mientras dure el pico de infecciones respiratorias. “A lo mejor nos quedan dos o tres semanas para llegar al pico, aclaró la ministra. “Los ciudadanos agradecen que seamos capaces de consensuar una medida tan simple. Es algo sencillo, avalado por la ciencia y la población agradece que protejamos la salud”, señaló la titular de Sanidad.

“Hablamos de ponerte una mascarilla cuando entras en un centro de salud y de quitártela cuando sales”, resaltó Mónica García antes de añadir: “No creo que sea ningún drama, es una medida de primer orden básica y sencilla”, aseveró.

Aplaza la “autobaja” médica, pero no la descarta

La posibilidad de que los pacientes leves consigan una “autobaja” de algunos días para que se recuperen en casa, sin necesidad de acudir a los saturados centros de atención primaria, o que la baja laboral pueda tramitarse de manera telemática, es una histórica reivindicación de los médicos, que se puso en marcha, de manera coyuntural, durante la pandemia.

El Ministerio de Sanidad ha querido recuperar este proceder durante la actual ola de gripe, que está provocando el “colapso” de algunos centros sanitarios pero, ante el rechazo que ha generado la medida, especialmente en la patronal, pero también en los sindicatos, todo indica que el Gobierno se tomará un tiempo para madurar la propuesta y acordarla con el resto de agentes implicados.

García detalló que “han iniciado el estudio” de esta medida con el resto de ministerios implicados y que, “obviamente”, si se decide llevar a cabo una medida “estructural” para “desburocratizar la atención primaria” se analizará en el seno del diálogo social.

Así las cosas, la ministra recordó que este sistema se aplica ya en otros países europeos y “no dispara el absentismo y mejora la relación con la empresa”, a la vez que contribuye a reducir la “saturación” de los centros de atención primaria.

Comesaña ante la decisión del Gobierno: “Nunca se impuso nada en el Consejo”

El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, reprochó este martes que la ministra de Sanidad, Mónica García, pretenda hacer obligatorio el uso de la mascarilla en centros de salud y hospitales de toda España, después de no haber logrado un acuerdo al respecto con las comunidades autonómas este lunes en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS).

«Nunca se impuso nada en el Consejo Interterritorial, ni siquiera en los momentos más duros de la pandemia», señaló en una entrevista concedida a la Radio Galega. Comesaña lamentó, que «ningún técnico» del Gobierno central se pusiese en contacto con su departamento para conocer la situación de Galicia y que el lunes llevase al CISNS la propuesta de hacer obligatorio el tapabocas sin «ni un solo informe técnico».

Comesaña hizo hincapié en que Galicia adoptó el pasado 29 de diciembre la recomendación general de “emplear la mascarilla en todos sus centros sanitarios” y otras comunidades autónomas lo fueron haciendo después. Con todo, puntualizó que la Xunta «no está en contra» de la medida, pero la ve todavía «inmadura».