Tensión entre las comunidades autónomas y la ministra de Sanidad, Mónica García, a cuenta de las mascarillas. El Ministerio de Sanidad impondrá este miércoles el uso de mascarilla en centros sanitarios pese a la oposición de la mayoría de las comunidades, que apuran el plazo para hacer sus alegaciones a esta y otras medidas como las autobajas justificadas para aliviar la Atención Primaria ante el repunte de infecciones respiratorias.

¿Y qué ocurrirá con las autonomías que no acaten? Mónica García no lo ha aclarado. «Al que quiera jugar con la salud de la gente, pues yo qué sé, suerte en la vida, ¿no?», ha dicho García en una entrevista este lunes por la noche en Cadena Ser.

Tras no alcanzar este lunes un acuerdo en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, Sanidad dio un plazo de 48 horas a las autonomías para presentar alegaciones a su propuesta, que concluye mañana. 

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Sin embargo, antes de concluir ese plazo Sanidad ya anunciaba que, si no había pacto, se impondría el uso de mascarilla. ¿Cómo? Utilizando una fórmula legal que ya se empleó con la pandemia de la Covid para limitar horarios o prohibir fumar en la calle, que recoge el artículo 65 de la ley de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud.

Ante la falta de consenso y las protestas de las autonomías por la falta de información sobre las propuestas del Estado, García propuso en un primer momento a las regiones que mandaran sus alegaciones a las iniciativas presentadas por Sanidad. Cuentan para ello con 48 horas, puesto que la decisión sobre las medidas a tomar ante el pico de contagios por la gripe y otras enfermedades respiratorias al miércoles. 

Tensa reunión

La reunión con las CCAA fue tensa, puesto que las consejerías de Sanidad autonómicas ya se habían quejado sobre la precipitación de la reunión y la poca información que se había dado al respecto. De hecho, no recibieron las propuestas a debatir hasta 15 minutos después de que se iniciara la reunión. 

«Evidentemente, algunas de ellas las conocíamos porque las ha tuiteado o las ha expuesto en medios de comunicación, lo cual creemos que no es un canal adecuado para informar a los consejeros de Sanidad», indica Fátima Matute, consejera de Sanidad de Madrid. 

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«Todos los consejeros de Sanidad, excepto Cataluña hemos estado de acuerdo en recomendar el uso de mascarillas de forma responsable en los supuestos que ya están indicados desde que finalizara en la pandemia en julio de 2023. Y desde luego, eso es lo que vamos a seguir aplicando con rigor científico y con la evidencia que nos dan los datos que tenemos en cada comunidad para proteger a nuestra población», ha añadido.

Mascarilla obligatoria

Hasta ayer, solo seis se habían decantado por hacer el cubrebocas obligatorio en los centros de salud y en los hospitales: el viernes lo anunciaron Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Aragón, a las que se sumaron tras la reunión del Interterritorial Asturias y Canarias. El resto de autonomías (once) apuran los plazos para presentar alegaciones.

La ministra de Sanidad, Mónica García, emplazó al PP a aclarar su posición sobre una medida «de primer orden» para proteger a la población y a los profesionales sanitarios de las infecciones respiratorias: «Tiene que aclararse y dejar de hacerse contrapropuestas entre ellos mismos y abandonar el negacionacismo», añadió anoche tras conocerse que a partir del miércoles será obligatoria en toda España.

Porque independientemente de las aportaciones que hagan al documento, que incluye una batería de medidas para mitigar los efectos de la explosión de contagios de gripe y otros virus como la Covid, el Ministerio ha optado hacer obligatorio el uso de mascarilla amparándose en el artículo artículo 65 de la ley de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud.

Se trata de la declaración de actuaciones coordinadas, que «obliga a todas las partes» incluidas en ella, y con la que Sanidad quiere unificar la protección de los ciudadanos independientemente de la comunidad en la que vivan, además de dar un soporte jurídico a las comunidades que sí que han optado por hacerla obligatoria en centros de salud y hospitales.

«Hablamos de ponerte una mascarilla cuando entras en un centro de salud y de quitártela cuando sales», resaltó la ministra antes de añadir: «No creo que sea ningún drama, es una medida de primer orden básica y sencilla».