El despliegue masivo de nuevas plantas de energías renovables está provocando una sacudida en la producción de electricidad en España. El aluvión de instalaciones verdes ha permitido al sistema eléctrico español hacer historia y generar el año pasado por primera vez más de la mitad de toda su energía con tecnologías renovables (el 50,4%), superando a la suma de la producción de nucleares, centrales de gas y plantas de carbón. Y este boom de renovables ha hecho posible que las eléctricas hundan sus emisiones de gases de efecto invernadero hasta mínimos históricos.
El sector eléctrico español recortó el año pasado un 28% sus emisiones de efecto invernadero (dióxido de carbono y óxido nitroso, especialmente), hasta los 31,99 millones de toneladas de CO2 equivalentes, según los registros de Red Eléctrica de España (REE), el gestor del sistema eléctrico español. Los datos corresponden a las emisiones de todo el sistema eléctrico nacional, no sólo el peninsular (en el que las renovables tiene una mayor presencia y mayor peso en el conjunto de la producción), sino también sumando el de Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla.
Las eléctricas vuelven a la senda de recortes de sus emisiones que se rompió en 2022 por el uso disparado de las centrales de gas para producir electricidad en plena crisis energética y por el incremento hasta niveles récord de las exportaciones de luz a los países vecinos, muy especialmente Francia.
El sistema eléctrico español acumulaba cuatro años consecutivos de reducción de sus emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero hasta mínimos históricos, y en 2022 registró un incremento del 24% (hasta 44,4 millones de toneladas de CO2 equivalentes). Con el fuerte descenso del año pasado, el sector eléctrico recorta de nuevo sus emisiones y lo hace colocándolas por debajo de los niveles previos a la crisis energética y marcando un nuevo récord a la baja (en 2021 las emisiones se quedaron en 35,9 millones de toneladas de CO2)
El auge de las renovables ha permitido un descenso en España del conjunto de emisiones de gases de efecto invernadero de todos los sectores económicos en 2023, con un recorte del 7,5%, hasta los 271,6 millones de toneladas, según la estimación del Basque Centre for Climate Change (BC3) y el Observatorio de la Transición Energética y la Acción Climática (OTEA). Con ello, las emisiones se sitúan en el mínimo de la serie histórica, que comienza en 1990, por debajo incluso de las del año 2020, cuando cayeron un 12% debido al parón de la movilidad y la actividad económica por la pandemia.
Reina la eólica
El año pasado la eólica volvió a reinar en el sector eléctrico en España. Los parques eólicos se convirtieron en la mayor fuente de producción de electricidad en el mercado español, desbancando a las centrales nucleares (tradicionales líderes en generación) y a las plantas de gas natural (que lo fueron en 2022), según los registros de Red Eléctrica de España (REE).
La eólica se encarama al liderazgo de producción por tercera vez en una década, aunque durante el último decenio siempre se ha colocado en la segunda posición del podio. La energía del viento fue en 2013 la principal tecnología de generación por primera vez en la historia; no volvió a repetir hasta 2021, en pleno arranque de la crisis energética; y lo vuelve hacer este 2023, que se ha convertido en un año récord para el conjunto de las renovables.
Las instalaciones eólicas alcancen una producción de en torno a 62.662 gigavatios hora (GWh) en el conjunto de este año, concentrando en torno al 23,5% de la generación, por delante de las nucleares (con un 20,3%) y de las centrales de gas (con un 17,2%). La tecnología que mayor incremento de producción registrará será la solar fotovoltaica, con un alza de casi el 34%, hasta superar los 37.300 GWh, y colocándose como cuarta mayor fuente de generación con un 14% del total.