En el mismo comunicado en el que anunciaba no estar preparado para competir con la exigencia que reclama un Grand Slam, Nadal ya apuntaba que se trataba de una lesión en una zona distinta, espantando todos los fantasmas. A falta de confirmación oficial, todo apunta a un micro desgarro muscular en la zona de la cadera izquierda. Una lesión de fácil recuperación y que apenas obligará a parar un par de semanas al tenista de Manacor.
Pese a la leve lesión, Nadal es consciente que no debe arriesgar lo más mínimo y tras tomar la decisión de volver a casa, reorganizará un calendario que sigue con el mismo objetivo; llegar en plenitud de condiciones a la temporada de tierra batida, con Roland Garros como la gran fecha marcada.
Pero dada la levedad de la nueva lesión, Nadal tendrá tiempo para regresar antes del Masters 1000 de Montecarlo, el primer gran torneo sobre tierra. De hecho, el balear tiene agendada una exhibición contra Carlos Alcaraz el próximo 3 de marzo en el Michelob ULTRA Arena de Mandalay Beach, en Las Vegas, retransmitida por Netflix.
Tras ello, llegarán los primeros Masters 1000 de la temporada. Serán en la primera gira americana, primero en Indian Wells (6 al 17 de marzo) y luego en Miami (20 al 31 de marzo). De hecho, podría incluso estar en alguno de los torneos previos, aunque todo dependerá de las sensaciones tras la nueva lesión sufrida.
Ya en abril, llegará la tierra batida, donde por el momento solo ha confirmado presencia en el Barcelona Open (15 al 21 de abril). Antes será el turno del Masters 1000 de Montecarlo, que abrirá la gira de tierra en Europa siendo el primero de los tres Masters 1000 previos a la llegada de Roland Garros. Madrid y Roma son las otras grandes citas antes del desembarco en París, aunque por razones obvias, el balear deberá descartar alguna de ellas.
Lo lógico sería verle en Barcelona y después en Madrid, sus dos citas predilectas y que bien podrían servir además de despedida. Luego, Roland Garros, donde hay depositadas todas las esperanzas. Será la primera de las dos paradas en París, antes de volver en agosto para disputar los Juegos Olímpicos.
Paso a paso
Calendario y citas aparte, lo que está claro es que Nadal y su equipo no piensan correr un mínimo riesgo. El físico será quien marque en todo momento los tiempos en el calendario, con la clara prioridad de competir únicamente al 100%.
Nadal regresa a casa para reiniciar la puesta a punto, aunque por alivio de todos no habrá que retroceder en exceso. Lo más difícil ya está hecho y tras su reaparición en Brisbane, el mundo del tenis ya sabe que Nadal puede volver por la puerta más grande.
Durante su proceso de recuperación ya avisó una y otra vez que solo volvería para competir al más alto nivel y en sus primeros tres partidos ya demostró que si el cuerpo le aguanta, el nivel de tenis que sigue atesorando queda al alcance de muy pocos.