Los populares no tienen ninguna prisa en sentarse, de nuevo, con el Gobierno para negociar la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El hecho de que Pedro Sánchez aceptara la propuesta de Alberto Núñez Feijóo, de poner de «mediador» -los populares prefieren hablar de «supervisor»- a la Comisión Europea, parece haber ralentizado la marcha del proceso y desde Bruselas tampoco parecen tener prisas. Y hasta que Europa no elija a dicho interlocutor, el vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Pons, no se va a sentar con el ministro de Presidencia y de Justicia, Félix Bolaños.
«Con Bolaños a solas no nos vamos a reunir. Ya nos intentó engañar», aducen desde el cuartel general de los populares.
Así cabe colegirse de las palabras del portavoz del Ejecutivo comunitario, Eric Mamer, quien ayer admitió que “no es habitual que tengamos esta responsabilidad y se nos ha pedido justo antes de Navidad dar una respuesta, así que dadnos tiempo para que la forma en que contestemos sea útil y contribuya a resolver el problema”.
Bruselas está «reflexionando» sobre la petición del PP
En parecidos términos se manifestó el portavoz de Justicia, Christian Wigand, al explicar que estaban “en proceso de reflexionar sobre la petición”. La verdad es que la cuestión no le debe sonar nueva en los pasillos de Bruselas, pues los populares sondearon ya en su momento a Dydier Reynders, comisario de Justicia que conoce de sobra la situación, sobre la que llegó a informarse en un viajes a España.
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