Castellón tendrá una cita con el arte. Será el sábado 9 de marzo, con una terna con aroma a romero, tres toreros que, cuales reyes magos, rezuman ilusión ante su llegada a esta tierra. Morante de la Puebla, Juan Ortega y Pablo Aguado, los sumos pontífices del toreo artista y máximos exponentes de esa tauromaquia sevillana de exquisito sentimiento, se verán las caras en uno de los carteles más demandados por la afición. Y lo harán frente a una corrida de Domingo Hernández, la gran triunfadora en Castellón en 2022 (ocho orejas) con un sexteto de lo más completo que aunó nobleza y bravura.
Morante vuelve a encontrarse de nuevo con la ganadería que le permitió entrar en la historia. A un toro de Conchita Hernández le cortó el rabo en la Feria de Abril de Sevilla, el pasado año, en uno de los hitos de este siglo. Un hecho que le consolidó como uno de los grandes toreros de la historia, por lo que decir que el de la Puebla es un torero de arte, se queda más que cojo para toda esa magnitud que tiene la tauromaquia del sevillano. Morante es más que eso y afortunados son los aficionados de poder ver a un genio del toreo, como lo fueron los coetáneos de Belmonte, Joselito, Manolete…
A Juan Ortega y Pablo Aguado les queda mucho por recorrer todavía, pero ambos caminan por esa senda del clasicismo y el buen gusto, sostenida con los pilares del temple y que busca en todo momento el toreo hecho con despaciosiodad y fina caligrafía. Su juventud es siempre una novedad. No exenta de curiosidad en el caso de Juan Ortega, a quien su incursión en el papel couché no le vendrá ahora nada mal para abrir la puerta de las plazas a otro tipo de público.
Con este cartel distinto, de mucho sabor y digno de cualquier plaza de categoría, se ensambla un fin de semana magdalenero donde no va a faltar el interés y el atractivo, logrando así un abono completo con presencia de grandes figuras, jóvenes revelaciones y un guiño torista con los victorinos. Toda una semana completa de toros.