La productora A24 lleva unos años de buena racha en el cine: en menos de una década ha obtenido medio centenar de nominaciones a los Oscar y, de hecho, se ha llevado ya un par de estatuillas a la mejor película, por ‘Moonlight’ en 2017 y por ‘Todo a la vez en todas partes’ este mismo año. Pero no se puede desestimar su buen olfato para las series: primero fue ‘Ramy’ (con ‘Mo’ como serie hermana), después ‘Euphoria’ y ahora ‘Bronca’, especie de clásico instantáneo destinado a ocupar puestos altos en futuros resúmenes de lo mejor del 2023 y que se erigió en triunfadora entra las miniseries con tresGlobos de Oro: se hizo con el premio a mejor miniserie, mejor actriz para Ali Wong y mejor actor para Steven Yeun.
Aunque parezca mentira, es la primera serie creada por Lee Sung Jin, guionista de origen surcoreano con experiencia en ‘Dos chicas sin blanca’, ‘Silicon Valley’ o ‘Dave’. Partiendo de una anécdota en apariencia liviana, Lee consigue armar una serie tan ágil como compleja y densa en matices, a la vez comedia negra de acción, drama sobrecogedor, crónica en claroscuros de la experiencia asiático-estadounidense, análisis de ansiedades de clase y lugar donde pasar un rato perfecto con personajes rotos.
La bronca del título, que más bien sería un pique, enfrenta a dos personajes que se encuentran en situaciones vitales distintas, pero que coinciden en su ansiedad por temas de dinero y una insatisfacción entre justificada e indescifrable. A un lado está Danny Cho (Steven Yeun), un contratista independiente en plena depresión, en parte como consecuencia del regreso forzado de sus padres a Corea, del que se cree culpable. Al otro, Amy Liu (Ali Wong), una mujer de negocios de padre chino y madre vietnamita que podría estar a punto de vender su negocio de plantas de interior por diez millones de dólares. Eso le permitiría pasar más tiempo con su perfecto marido George (Joseph Lee) y su perfecta hija June (Remy Holt) en esa casa perfectamente rediseñada por ella misma. Pero no parece extasiada por la perspectiva.
Al comienzo de la serie, Danny y Amy tienen un encontronazo automovilístico en un parking que deviene primero en persecución por las calles de Los Ángeles y después en pique de largo recorrido con jugadas mutuas cada vez más imprevisibles, y en el que ambos acaban enredando, a veces de forma más directa que otras, a miembros de sus respectivas familias o gente de su entorno laboral más cercano, personajes todos ellos a los que Lee sabe dar un relieve propio, una humanidad compleja.
El reparto está siempre a la altura de los dobles desafíos propuestos por Lee: brillar tanto en la acción más física como en secuencias de pura catarsis emocional (Yeun en su retorno a la iglesia o Wong tratando de expresar su dolor a la persona más inesperada); ser a la vez un dibujo animado y la persona más frágil del mundo; rompernos de risa haciendo el gesto más brusco y derrotarnos por la escuadra con alguna delicadeza de matiz. Cuesta saber qué clase de escena vendrá después de otra o por qué clase de vericueto extraño se deslizará la trama. Esa sensación de incertidumbre resulta estimulante.
Lo menos sorprendente de ‘Bronca’, teniendo en cuenta que hablamos de A24, es lo cuidado de su estética a todos los niveles. El equipo es casi como un ‘all-stars’ del estudio: Grace Yun se encarga, como en ‘El reverendo (First reformed)’ o ‘Hereditary’, del diseño de producción; Larkin Seiple firma la fotografía, como en ‘Todo a la vez en todas partes’, y Bobby Krlic, también conocido como The Haxan Cloak, busca una música a veces lúdica tras aterrar en ‘Midsommar’. Con gente así siempre iba a ser difícil hablar de decepción.