Otros tres periodistas murieron este domingo en la Franja de Gaza por un ataque israelí, entre ellos Hamza al Dahdouh, uno de los hijos del jefe de la corresponsalía de la televisión catarí Al Jazeera en el enclave palestino, Wael al Dahdouh, quien ha perdido a gran parte de su familia en los bombardeos de Israel.
Hamza al Dahdouh y Mustafa Thuraya murieron cuando el coche en el que se desplazaban fue atacado durante una cobertura informativa en Rafah, en el sur del enclave palestino, confirmó el Gobierno de Gaza.
Mientras que el reportero gráfico Ali Salem Abu Ajwa murió en un ataque aéreo en la ciudad de Gaza, en el norte del enclave costero.
El Gobierno gazatí, controlado por el grupo islamista Hamás, condenó sus muertes y denunció «el intento fallido» por parte de Israel de «oscurecer la verdad» con ataques a periodistas.
«Pedimos a sindicatos de prensa y medios, entidades legales y de derechos humanos que condenen este crimen y denuncien su reiteración por la ocupación (israelí)», subrayó en un comunicado.
Por su parte, Hamás acusó a Israel de asesinar deliberadamente a los dos periodistas que iban juntos, en un «crimen de guerra» con el fin de «aterrorizar» a los periodistas para que dejen de informar en Gaza.
Según datos de las autoridades gazatíes, con sus muertes se elevan a 110 los periodistas muertos en Gaza durante la guerra, entre los que incluye también a influencers e intelectuales.
No obstante, la organización no gubernamental Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) asegura que son 77 los reporteros muertos, además de 16 heridos, tres desaparecidos y 21 detenidos durante la cobertura de esta guerra.
«Espero que Dios te proteja», había escrito hace unas horas en redes sociales, dirigiéndose a su hijo, Wael al Dahdouh, cuya esposa, una hija de 7 años y otro hijo murieron en un bombardeo israelí en el campamento de refugiados de Nuseirat junto con otras 21 personas hace unas semanas.
Wael al Dahdouh resultó herido y un compañero suyo murió en el ataque de un dron israelí pocos días después mientras cubrían el bombardeo de una escuela de la ONU en Jan Yunis, en el sur de Gaza.
Vídeos y fotografías en redes sociales muestran hoy al periodista llorando la muerte de su hijo Hamza junto a su cuerpo sin vida. «Es nuestro destino y debemos aceptarlo», declaró, pero «el mundo entero debe mirar a lo que está pasando en Gaza».
Israel declaró la guerra al grupo a Hamás el 7 pasado de octubre, tras un masivo ataque del grupo islamista que incluyó el lanzamiento de cohetes y la infiltración simultánea de miles de milicianos que masacraron a unas 1.200 personas y secuestraron a otras 250 en poblaciones cercanas a Gaza.
Desde entonces, el Ejército de Israel ha lanzado una fuerte ofensiva por aire, tierra y mar en el enclave palestino, donde ya suman más de 22.800 los muertos y 58.400 los heridos, en medio de una crisis humanitaria sin precedentes con el colapso de los hospitales, el brote de epidemias y la escasez de agua potable, alimento, medicinas y electricidad.