¿Quién no se ha hecho una lista de buenos propósitos para el nuevo año alguna vez? Seguro que todos. Y en esas listas, que en muchas ocasiones caen en el olvido a los pocos días, hay algunos temas recurrentes como son dejar de fumar, comer más saludable y perder peso.
En líneas generales, los tres propósitos son perfectos, aunque realmente son dos, porque comer saludable es sinónimo de perder peso, o al menos ajustarlo. Pero en cualquier caso son propósitos recomendables en cualquier época del año.
Lo que ocurre es que respecto al doble propósito de comer sano y adelgazar, recibimos tanta información y recomendaciones que podemos caer en falsos mitos.
Y para que esto no ocurra, desde el Ministerio de Sanidad desmontan algunas falsas creencias que nos impiden aprender y seguir unos hábitos alimenticios saludables.
La fruta: ¿la tenemos que tomar fuera de las comidas?
Está muy extendida la creencia de que tomar la fruta justo después de comer engorda. Pues bien, no hay nada de cierto en esto. El aporte calórico y de vitaminas de la fruta es siempre el mismo. Da igual que las comas de postre o entre horas.
Así que, como no hay nada mejor en una dieta saludable que la fruta, no solo podemos sino que debemos comerla siempre que queramos. Y cuanta más, mejor.
Si lo hacemos entre horas, evitamos tomar otro tipo de alimento menos saludable y con más calorías, como pueden ser unas galletas o cualquier tipo de snack. Además, son saciantes, con lo que llegaremos a la siguiente comida con menos sensación de hambre.
¿Es mejor beber agua fuera de las comidas?
Los expertos en sanidad explican que lo más aconsejable es beber entre 1,5 y 2 litros de agua diariamente. Pero da igual cuando la tomes, con las comidas o no.
Beber durante las comidas es necesario tanto para hidratarnos, como para ayudarnos a percibir los sabores de la comida, y facilitar la deglución.
Además, no se debe olvidar nunca que el agua no contiene caloría alguna, es decir, no engorda. Pero como ocurre con la fruta, lo que sí hace es saciarnos.
¿El huevo es malo para el colesterol?
Durante muchos años el huevo ha estado denostado por su ‘presunta’ implicación en los altos niveles de colesterol.
Hablamos de un alimento muy completo y saludable, y aunque es cierto que la yema es rica en colesterol, no debemos olvidar que contiene otros elementos esenciales como vitaminas y minerales.
Por eso, desde el Ministerio de Sanidad señalan que su consumo es adecuado en todas las edades.
¿Se deben tomar suplementos dietéticos y vitamínicos para mejorar la salud?
La respuesta es no. Salvo en casos muy concretos, como puede ser durante el embarazo, en determinadas enfermedades, o porque así nos lo haya prescrito el médico.
La razón es que este tipo de productos no pueden competir con una dieta sana, variada y equilibrada.
Es habitual que la demanda de estos productos aumente con los cambios de estaciones, sobre todo de invierno a primavera, o de otoño a invierno, donde podemos sentirnos con menos energía. Y también en épocas donde los virus están más activos.
Pues bien, tampoco en esos momentos sirven de nada los complejos vitamínicos.
- De hecho, desde Sanidad indican que “el consumo de suplementos nunca debe sustituir una dieta equilibrada y variada.
Porque una de las muchas consecuencias positivas que aporta una dieta variada es que los distintos nutrientes interaccionan entre sí, produciendo unos beneficios cuando se consumen juntos que no se dan con el consumo de los suplementos”.
Como hago mucho ejercicio ¿puedo comer y beber lo que quiera?
La actividad física es buena para todo. Tanto nuestro cuerpo como nuestra mente se van a ver muy beneficiados si el ejercicio físico se convierte en parte de nuestra rutina.
Eso sí, una mala alimentación basada en excesos o productos procesados supone un daño para nuestra salud que cualquier ejercicio físico no va a poder compensar.
¿Las grasas vegetales son mejores que las animales?
“De manera general podemos decir que las grasas vegetales tienen mayor proporción de ácidos grasos insaturados, beneficiosos para nuestra salud cardiovascular, mientras que las grasas animales tienen mayor proporción de ácidos grasos saturados, que hay que consumir en menor proporción”, explican desde el Ministerio.
Pero no todo es blanco o negro, así que hay que saber que hay algunas grasas vegetales que no tienen nada de saludables, como el aceite de coco, de palma y palmiste.
Además, las grasas animales no son solo eso, grasas, sino que contienen también vitaminas liposolubles, importantes para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
Y si nos fijamos en las calorías, no hay diferencias entre ambos tipos de grasa: contienen las dos 9 kcal/g.
¿El pan es un alimento no saludable?
El otro ‘patito feo’ de la alimentación es el pan, por su fama de engordar.
Pues bien, los especialistas explican que “todos los alimentos nos aportan en mayor o menor medida energía en forma de calorías. Y el pan se encuentra entre los alimentos con un contenido calórico medio (261 kcal/100 g). Está formado principalmente por hidratos de carbono complejos y es pobre en grasas”.
Este producto, además, es parte esencial y tradicional de la dieta mediterránea.
- Así que no se debe eliminar de las comidas, meriendas, cenas o desayunos.
Lo único que recomiendan los expertos es vigilar la cantidad que comemos (1 ración = 2 rebanadas = 40 g = 104 kcal) y, sobre todo, con qué lo acompañamos.
Porque no es lo mismo comerse una rebanada de pan con, por ejemplo, aguacate o aceite de oliva extra, que con sobreasada…
¿Los alimentos congelados pierden parte de sus nutrientes?
“El proceso de congelación no altera las cualidades de los alimentos, por lo que un pescado o una carne congelada tienen las mismas propiedades que si los comemos frescos”. Así de contundentes son los especialistas en alimentación a este respecto.
Así que, con el ritmo de vida que llevamos, el contar con, por ejemplo, verdura congelada en casa, va a permitir llevar unos hábitos alimenticios saludables.