Así lo expone en un reciente informe la Comisaría General de Información (CGI), la unidad que investigó y detuvo al imán Amin Harchaouin y a varios de sus colaboradores.
El dosier, al que ha tenido acceso en exclusiva EL ESPAÑOL, fue enviado el pasado mes de diciembre al Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, el encargado del caso judicial.
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La CGI expone en el documento que sus investigadores hallaron propaganda yihadista en los teléfonos de varios de los detenidos, «llegando a formar parte alguno [de ellos] de grupos de Telegram en los que se difunden y comparten manuales para la confección de explosivos con materiales ‘de fácil acceso'».
También, encontraron un «Manual de Guerras Híbridas (Guerrilla), en el que se detalla la confección de artefactos explosivos, así como técnicas de combate cuerpo a cuerpo, contenido que era trasmitido posteriormente a jóvenes y menores de Melilla, tal y como demuestran los numerosos vídeos localizados en los dispositivos analizados y en los que se observa a los detenidos enseñando, animando y adoctrinando a jóvenes, a quienes hacen llamarse ‘soldados de Alá’«.
El informe policial amplía otro dosier anterior, publicado en exclusiva por este diario, y que incluye decenas de fotografías de los miembros de la supuesta red yihadista compartiendo su ideario radical con niños y jóvenes, a quienes, por ejemplo, hicieron recitar cánticos generalmente usados como alabanza a los combatientes terroristas del Estado Islámico.
La Mezquita Blanca
A la cabeza de la organización, la Policía sitúa a Amin Harchaouin, imán de la llamada Mezquita Blanca de Melilla. En realidad, el centro religioso se denomina Mezquita de Assalam y es una de las más importantes de la ciudad autónoma. Está ubicada en la Cañada de Hidum.
Ahora bien, la Policía considera que el recinto también era un núcleo de radicalismo islamista y que dicho ideario era transmitido a jóvenes e, incluso, menores de edad. El dosier califica a la Mezquita Blanca como «epicentro del salafismo en Melilla».
Harchaouin y el resto de colaboradores de su red fueron detenidos el 4 de octubre de 2022 en la ciudad autónoma «por conformar una organización criminal que llevaba a cabo labores de autoadoctrinamiento y adoctrinamiento terrorista sobre terceros».
La CGI describe la red como una estructura jerarquizada y con roles concretos encomendados a cada miembro, con Harchaouin como «responsable último». Gran parte de los detenidos se habrían dedicado a la edición y difusión de sermones pronunciados por el imán y que eran colgados en el canal de YouTube de la Mezquita Blanca.
En ellos, el líder religioso arremetía contra Occidente, instruía a los padres musulmanes sobre cómo educar a sus hijos, demonizaba la homosexualidad, el judaísmo y a Estados Unidos, ensalzaba la yihad y justificaba la violencia en nombre del Islam. Todo ello, desde la óptica «salafista-yihadista» que la Policía señala que caracterizaba su ideario. Dichos discursos eran pronunciados delante de menores, que acudían al templo junto a sus padres.
«Mas allá de los discursos en la propia mezquita, Amin lideraba un grupo de personas que crearon diversas plataformas en redes sociales, a través de las cuales publicaban dichos discursos radicales a fin de aumentar el número de personas a las que les llegaran los mencionados discursos», resume la Comisaría de Información en su informe, de más de 400 folios.
El imán Harchaouin ya había sido investigado en el marco de dos operaciones policiales anteriores, en 2003 y en 2004. En esta ocasión, la Policía le atribuye el liderazgo de una red que, además de difundir en Internet este ideario radical, se lo trasladaba a menores de edad en encuentros físicos, celebrados en parques de Melilla y, en ocasiones, en la propia Mezquita Blanca.
De hecho, otro de los detenidos es Hafid Mohamed. Este diario desveló que se trataba de un melillense de 45 años que, hasta 2017, era un activo militante del Partido Popular local. En dicho año, la formación política le expulsó de sus filas, ya que se había constatado que Mohamed había cambiado el liberalismo por otro ismo: el yihadismo. Fue detenido —y, posteriormente, condenado en Marruecos— por captar y adoctrinar a niños en islamismo radical.
Lo hacía en su lugar de trabajo, que era el Centro Educativo de Menores Infractores Ciudad de Melilla, donde ejercía de auxiliar educativo. Y a al menos dos de los jóvenes les enseñó vídeos en los que aparecían miembros del Estado Islámico combatiendo, «así como técnicas de defensa personal que finalizaban con el degollamiento del enemigo».
Menores de edad
La supuesta organización criminal encabezada por Harchaouin daba una enorme importancia a los jóvenes. Meses antes de ser detenido, en junio de 2022 el imán aceptó celebrar una «noche educativa» en el centro religioso. Se trató de una especie de pijamada veraniega en la Mezquita de Assalam, a la que asistieron decenas de niños de la ciudad. Y la Policía cree que su objetivo no fue otro que el de «trasladar el mensaje salafista-yihadista a las nuevas generaciones».
Además, en sus sermones, grabados y colgados en YouTube, el líder religioso instaba a los padres musulmanes a narrar a sus descendientes «historias sobre los mártires». «Ésos son los dibujos animados que tenemos que poner a nuestros hijos», les reclamó.
«Esta estructura estaría incitando a jóvenes y menores de la ciudad de Melilla a incorporarse a organizaciones terroristas o a llevar a cabo los propósitos de las mismas, por medio de la yihad violenta. Estas afirmaciones se desprenden de las actividades de toda la organización investigada, que Amin, como imán de la Mezquita de Assalam, dirige desde hace varios años, donde realiza discursos radicales que entremezcla con llamamientos a realizar la yihad explícitamente, o incluso a morir como mártires», señala la Policía en su último informe.
Durante sus labores de vigilancia, agentes de la CGI detectaron que miembros de la red liderada por Harchaouin estaban en contacto con personas condenadas por delitos de terrorismo yihadista, que acudían a la Mezquita Blanca asiduamente y tenían contacto con los menores allí presentes.
Los teléfonos móviles que usaba el imán también almacenaban propaganda yihadista. Algunos archivos, consultados por este periódico, eran de extrema dureza. Por ejemplo, un vídeo en el que aparece una persona escupiendo y quemando una bandera de los talibán, el grupo terrorista que se ha hecho con el poder en Afganistán. Instantes después, el mismo individuo aparece maniatado, antes de ser ejecutado a tiros.
En otro de los dispositivos se hallaron fotografías de Sheikh Ahmed Yasin, líder y fundador de la organización terrorista palestina Hamás.
Todos los detenidos, según la Policía, eran seguidores de la doctrina Takfir, según la cual cualquier persona —incluidos los musulmanes— puede ser considerada infiel o apóstata si no sigue a rajatabla los postulados más radicales emanados de una interpretación ultraortodoxa y férrea del Islam.
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